Ni se han cruzado las miradas. No ha existido saludo ni encuentro fortuito pero sí se han lanzado mensajes cruzados en la sede del Parlamento Europeo. Un minuto de intervención le ha bastado a Carles Puigdemont para lanzar su primer aviso a Pedro Sánchez en el contexto de que aún no se haya tomado en consideración la oficialidad del catalán en la UE, afeándole que no haya puesto más empeño. “Hoy yo le hablo en su lengua materna, pero no lo puedo hacer en la mía. Millones de europeos que tenemos el catalán como lengua materna no podemos ejercer derechos fundamentales en nuestra propia lengua porque esa Europa de las personas que usted debía defender durante su presidencia no nos incluye si hablamos en catalán. Nuestra libertad de expresión en esta Cámara vale menos que la suya. Presidente Sánchez, las oportunidades hay que aprovecharlas cuando ocurren. Si se dejan pasar de largo por miedo o por incapacidad, las consecuencias nunca son agradables”, ha soltado el president en en exilio, lo que se ha entendido como una especie de amonestación al líder del PSOE después de haber sido investido presidente gracias a los siete votos de Junts. “Del incumplimiento nace la desconfianza”, alerta Puigdemont.

Durante su turno de palabra Sánchez se ha dirigido expresamente a él para pedirle que transite por “la vía de la política, la negociación y la Constitución” para superar definitivamente el conflicto catalán. En su turno de réplica, el dirigente socialista ha refrendado que los indultos, la negociación y la normalización institucional han funcionado y se ha mostrado convencido de que la amnistía apuntalará la convivencia. “Al señor Puigdemont quiero decirle que está en nuestras manos lograrlo, y que tenemos que hacerlo por las vías de la política, de la negociación y de la Constitución, y creo que la ley de amnistía es un paso importante en la buena dirección”, ha reiterado Sánchez, enfático a la hora de levantar un muro ante las descalificaciones procedentes, como le ocurre en las Cortes españolas, desde la bancada de la derecha. “Desde luego, también puedo garantizarles que vamos a continuar promoviendo el uso de lenguas cooficiales reconocidas en nuestra Constitución y que expresan el sentir y las emociones de 13 millones de habitantes en nuestro país”, ha prometido antes a Puigdemont.

Interpela a Manfred Weber

En la libreta de Sánchez estaba censurar al presidente del Partido Popular Europeo por hacerse eco de las “falsedades” del PP contra su Ejecutivo a cuenta de la amnistía. Manfred Weber le ha acusado de dividir a Europa y, al referirse a esta medida, ha considerado que “un principio básico de la democracia es decir la verdad a la gente antes de las elecciones”, a lo que Sánchez le ha replicado afirmando que España es una de las democracias más plenas del mundo, y si no ocupa un mejor lugar en las clasificaciones de calidad democrática es porque existe “un caso claro de lawfare al estar secuestrando el PP durante cinco años consecutivos la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ)”. El líder del PSOE ha emplazado a los populares a romper “su idilio con la ultraderecha” y a seguir el ejemplo de otros partidos conservadores europeos porque ese ala extrema es “la verdadera amenaza” para el proyecto europeo, y no la existencia de gobiernos progresistas como el suyo.

Una amenaza para la democracia cree que es “la irresponsabilidad de las derechas tradicionales” que abren las puertas de gobiernos a los ultraderechistas y hacen suyas muchas de sus ideas. “Ese tándem reaccionario, señor Weber, debilita el proyecto europeo y es el que está erosionando las democracias, el que está ilegalizando partidos políticos, el que ataca la separación de poderes, el que silencia los medios de comunicación críticos, al tiempo que socavan el proyecto europeo, frena la transición ecológica y ponen en jaque los derechos de las mujeres y del colectivo LGTBI, como está ocurriendo en España”, ha enumerado el socialista. Y tras preguntarle si se siente cómodo siendo “cómplice” de esa amenaza, Sánchez ha puesto contra las cuerdas al líder del PP europeo interpelándole sobre Vox y si comparte postulados de esta formación o si sabe lo que están haciendo los gobiernos conjuntos del PP y el partido de Abascal. Entre esas decisiones ha citado la recuperación de nombres para calles de personas vinculadas con la dictadura franquista. “¿Ese sería también su plan para Alemania, señor Weber, devolverle a las calles y plazas de Berlín el nombre de los líderes del Tercer Reich?”, ha preguntado al dirigente alemán. Sánchez ha zanjado su discurso alegando que el Estado español es una democracia plena, invitando a no confundirse de adversario: “ese error ya lo cometió la derecha europea en el pasado y Europa lo pagó muy caro”.