Las once asociaciones de amigos del Camino de Santiago en Navarra y asociaciones europeístas que organizan el ciclo Caminos de Santiago en Navarra, de todos, para todos, han entregado en Roncesvalles, a través del presidente de la Asociación de Amigos de la Real Colegiata de ese enclave, Juan Ramón Corpas, una cruz de hierro forjada el pasado 29 de agosto en la plaza de San José de Pamplona por el artesano Pedro Mancho.

La ofrenda, que recibió el vicario general de Pastoral de la Diócesis, Miguel Larrambebere, se realizó durante la celebración eucarística con motivo de la Virgen de Roncesvalles, el 8 de septiembre, fecha en la que se conmemora la Natividad de María.

Se pone así el colofón a la tercera edición del citado ciclo, surgido de la mano de más de una decena de asociaciones navarras jacobeas y europeístas, que ha contado este año con la colaboración de seis ayuntamientos navarros. La programación, que ha sumado suma casi una treintena de actividades en diferentes localidades de la Comunidad Foral relacionadas con el Camino de Santiago, ha reunido a cerca de 2.000 personas.

El pasado 29 de agosto, la plaza de San José de Pamplona acogió un taller de forja tradicional de fragua, carbón y fuelle en el que el herrero Pedro Mancho, junto con su hijo Jon, forjó una cruz de Roncesvalles, que se caracteriza por presentar el extremo superior en forma de báculo y la punta afinada en forma de espada. La soldadura se hizo a calda, por lo que los dos brazos de la cruz, esturados y trabajados a golpes en un yunque se unen en el punto de intersección a una temperatura de 1.535 grados centígrados, temperatura a la que el hierro funde.