Las matemáticas, transmitidas en un ambiente lúdico y distendido, son una valiosa herramienta para mejorar la capacidad de abstracción y de percepción del mundo de las personas con discapacidad intelectual, explicó Inmaculada Lizasoain, profesora titular de Álgebra de la Universidad Pública de Navarra. Lizasoain es responsable de la actividad paralela sobre matemáticas y discapacidad intelectual en el Congreso Bienal de la Real Sociedad Matemática Española (RSME) que se celebra en Pamplona del 23 al 26 de enero.

En el trabajo con alumnado con Síndrome de Down observó que “curiosamente no hace falta tener desarrollada la capacidad de abstracción para hacer matemáticas, sino que es al revés, que haciendo matemáticas se desarrolla la capacidad de abstracción, pero no solo eso, también la capacidad de percepción, de observación del mundo que nos rodea”.

La profesora comentó que a estos alumnos les resulta muy complicada normalmente la parte aritmética de las matemáticas. De hecho, señaló que tradicionalmente en las escuelas “se empieza por la aritmética y llega un momento en que igual los alumnos no aprenden bien la secuencia numérica o no saben manejar los números para hacer una suma concreta y ya se desaniman, tanto docentes como alumnos”.

Esto también se observa en el alumnado con Síndrome de Down y por ello en el grupo de Lizasoain se trabajan “otras puertas” para entrar en las matemáticas, como la geometría. “A través de actividades que involucran el cuerpo, el ritmo, se pueden desarrollar aspectos matemáticos como la secuenciación”, apuntó.