“Mano vieja que trabaja va enlazando algún telar; mano esclava va aprendiendo a bailar su libertad; manos que piden algún futuro; manos que abrazan a la esperanza de algún hijo que se va”. Suena la canción ‘Manos de Mujeres’ de Marta Gómez en el Centro de Observación y Acogida de Marcilla, mientras 15 jóvenes, 14 chicos y una chica, reflexionan sobre la igualdad y los derechos de las mujeres en unos talleres que desde hace varios años se realizan en el centro con motivo del Día Internacional de las Mujeres que se celebra este viernes, 8 de marzo y como parte de su proceso de aprendizaje. 

Tienen entre 14 y 17 años y han logrado llegar, cada uno con su historia y su trayecto, desde Marruecos, Gambia, Argelia, Senegal, Túnez, Libia, Mauritania, y otras zonas del Magreb y del África Subsahariana hasta Navarra. Son menores no acompañados, cerca de 50 jóvenes, que en este centro que el Gobierno de Navarra tiene en Marcilla cubren las necesidades básicas: afectivas, físicas, emocionales, psicológicas y médicas. Permanecen en el centro una media de 3 a 5 meses, hasta que son derivados a otros recursos, para seguir con su proceso personal y lograr el sueño al que aspiran.

Durante su estancia en Marcilla, cada mañana participan en un programa educativo basado en el idioma, “trabajamos para que puedan hablar, entender, escribir y leer en castellano, y en ese ámbito introducimos de modo transversal temas como la igualdad, los derechos de las mujeres”, explica Esteban González, director del COA Marcilla. En esa labor les acompañan las unidades didácticas que forman gracias a las campañas del Instituto Navarro para la Igualdad / Nafarroako Berdintasunerako Institutua. 

Mano vieja que trabaja…

En las paredes del centro figuran los carteles con el mensaje de la campaña de este año que tiene como lema “Tanto logrado. Tanto por lograr”, acompañado de una imagen que muestra una montaña en la que las mujeres han ido escalando: “Es muy sugerente. Tenemos que ir subiendo poco a poco, con los apoyos necesarios. Estas campañas nos sirven de material para lograr esa igualdad total”, relata González. 

El origen de cada menor, con su religión, cultura, ámbito social y familiar, condiciona el modo de abordar la igualdad, “lo hacemos con distintos vídeos y testimonios que nos permiten ir cambiando el concepto sobre la mujer, no es fácil, pero lo vamos consiguiendo”, cuenta el director. Dentro de esa vía destacan la trayectoria de distintas mujeres a lo largo de la historia, “la mujer ha tenido un papel crucial en la historia, y ese es el hilo conductor del que vamos tirando, con testimonios personales, vamos avanzando”, indica. 

El dibujo, junto con vídeos y testimonios, ha sido el camino para abordar la igualdad.

Azucena Zabaleta, trabajadora social del centro, es quien lidera el trabajo de grupo de a estos jóvenes en distintas materias y quien imparte los talleres de igualdad, “ellos vienen de unas culturas donde el hombre tiene un papel muy diferente al de la mujer. Tenemos que hacerles entender que hay que relacionarse de modo igualitario”, explica. “Ellos están aquí solo 3 o 4 meses, y cómo hacerles entender en tan poco tiempo el derecho a la igualdad, ¡con el tiempo que nos ha costado aquí entenderlo! y cuando aún hay personas que no lo terminan de entender”, reflexiona. 

La creatividad les acompaña en su proceso de abordar los derechos de las mujeres. Aldeisamad, Kader, Maroi, Mohamed, Aymane, Abdelkader y Dauoda junto con sus compañeros han ido plasmando sus ideas sobre la mujer, el trabajo, el respeto y la responsabilidad. En colaboración han creado varios murales en los que muestran, entre otros, a una mujer con un bebé en su regazo y un sinfín de manos que tal y como cuentan, “tiene que hacer muchos trabajos”, y añaden “puede trabajar igual que el hombre” o “hombres y mujeres se pueden ayudar mutuamente” cuentan. Otro de los trabajos muestra a distintas mujeres, entre ellas Margaritas Salas, Marie Curie o Hipatia de Alejandría, que han sido claves en la historia; o dibujos con referencias a sus países de origen con multitud de colores en los que no faltan el cuidado de la tierra, o la transmisión de las tradiciones, con sus danzas y bailes.

Manos que piden algún futuro…

Acompañados por la música poco a poco van plasmando en el aula los mensajes que han trabajado estos últimos días y que han escrito en distintas manos, mensajes para un futuro en igualdad, en el que se pueden leer frases como: “la responsabilidad es de todos”, “hombres y mujeres nos complementamos”, “compartimos el trabajo”, o “soy mujer: no soy sólo madre, sólo hija, sólo novia, soy mujer”. 

Así lo cuentan Maroi Ajou, originaria de Marruecos y la única joven migrante del centro, que llego a Marcilla tras caminar hasta Turquía y pasar por Bulgaria y Serbia: “Aquí me siento bien, los chicos me respetan, y yo les respeto a ellos”, cuenta. Se muestra contenta al trabajar la dinámica de igualdad, “las mujeres también somos fuertes” y “tenemos que respetar y agradecer más a la mujer. Cuando no haya mujeres, nosotros no estaremos aquí. La mujer es muy importante en el mundo”, relata la joven que aspira a estudiar medicina. 

Daouda Nida, joven senegalés, ve con normalidad la igualdad entre hombres y mujeres, “en la historia hemos tenido mujeres muy importantes”. O Abdelkader Meliani, joven argelino que se muestra convencido con la igualdad “yo pienso que somos iguales, el hombre tiene que respetar a la mujer, y la mujer también tiene que respetar al hombre”. 

Por último, varios jóvenes leen un discurso que han elaborado de forma conjunta en el taller de igualdad y en el que reflexionan en torno al Día Internacional de las Mujeres, “la publicidad, gran parte de la música y los medios de comunicación de masas presentan a las mujeres como un objeto sexual de consumo, sin valorar otros aspectos que hacen de la mujer un ser más auténtico, más completo y real”, indican. Haciendo mención a su tierra de origen, relatan “a más de 1.000km de distancia, agradecemos el trabajo de abuelas, madres, hermanas y mujeres de nuestras familias y pueblos”, a quienes dicen, “habéis ocupado un puesto discreto en la sociedad para garantizar el bien de todo el grupo. Vuestro trabajo y ejemplo nos ha hecho mas fuertes, sanos, valientes, honestos y amorosos”, afirman. 

El taller y la jornada se cierra visualizando y reflexionando sobre el vídeo de la campaña “Tanto logrado, tanto por lograr” del 8 de marzo que recopila los logros alcanzados desde que en 1931 se reconoció el derecho al voto femenino y plantea, en voz de varias mujeres, las conquistas aún pendientes: la igualdad de oportunidades laborales, que cesen las situaciones de acoso y las agresiones tanto en la vida real como en redes sociales o que se comparta la tarea de los cuidados, entre otras. Las conclusiones de la dinámica de grupo se plasman en un mural en el que las manos abrazan la esperanza de lo que les queda por alcanzar.