El equipo navarro de la Campaña Mundial por la Educación (CME) presentó este lunes las acciones que darán forma a la Semana de Acción Mundial por la Educación (SAME) en Navarra, que tendrá lugar desde el lunes hasta el próximo domingo 28 de abril. Bajo el lema Tranforma-T para (con)vivir, la CME este año ha puesto el foco en combatir los discursos de odio entre los 6.000 alumnos y alumnas de cerca de 40 centros de la comunidad Foral con los que trabajan, donde su profesorado denunció la presencia de discursos de odio raciales y sobre el físico de las personas. Para Elba Zapata, técnica de la CME en Navarra y de Madre Coraje, “se están extendiendo más rápido y más lejos que nunca como resultado del crecimiento del uso de las redes sociales y el aumento del populismo”. Para hacerles frente, Navarra acogerá los actos centrales de la SAME en Tudela, el 24 de abril, y en Pamplona, el 25 de abril

En estas jornadas de movilización se espera la presencia de 700 alumnos en la cita de la capital ribera y 170 en Pamplona, además del profesorado. María Boulandier, miembro de la CME en Navarra y técnica de Fundación Fabre, recordó que “estos actos se organizan sobre todo para que el alumnado pueda compartir sus experiencias y todo el trabajo que ha realizado a lo largo de este curso y puedan escuchar ideas de otros centros”. Sin embargo, esta movilización ciudadana es solo una de las patas de la CME para conseguir una educación “inclusiva, equitativa y de calidad”. Los otros puntos clave son la sensibilización al alumnado, profesorado y ciudadanía en general, además de la formación a profesores y profesoras para que lleven a cabo los materiales de la SAME dentro del aula. 

Asimismo, otro de los pilares fundamentales es la incidencia política. “Trabajamos muy duro para lograr cambios pero creemos que al final quien tiene la última palabra son nuestros representantes políticos”, destacó Zapata. En este sentido, Laura Irurzun, miembro de la CME en Navarra y técnica de Madre Coraje, recordó que “la educación es un bien público y es responsabilidad de los Estados, que son quienes tienen que poner sus presupuestos para que sea accesible a todas las personas”. Además, no dejó de insistir en que “es un derecho humano universal que va ser palanca de cambio para lograr otros derechos humanos. Debe ser inclusiva, equitativa y de calidad y es alcanzable si hay voluntad política, y ahí es donde nosotras vamos a poner el foco”.