El recluso que protagonizó un grave incidente en la cárcel de Pamplona la semana pasada en el que amenazó y agredió con un pincho casero a cuatro funcionarios de la prisión ha vuelto a emplearse con violencia en su nuevo destino, en este caso la prisión aragonesa de Daroca, adonde fue trasladado a raíz del episodio que ocurrió en la cárcel navarra.

En esta ocasión, este preso, que se encuentra en prisión preventiva a la espera de juicio y, por tanto, sin sentencia firme, habría protagonizado otro altercado violento con funcionarios de prisiones de Daroca una vez que estos, cuando apenas llevaba una hora en la instalación, le detectaron una bolsa de marihuana y un arma blanca, según informa Heraldo de Aragón. El rotativo explica que dicha cárcel carece de módulo para presos preventivos y que el individuo en cuestión fue trasladado a una celda de aislamiento después del incidente.

La agresión del día 25 en Pamplona

El interno había reaccionado de manera violenta el pasado 25 de noviembre cuando se encontraba también en una celda de aislamiento, en esta ocasión en la cárcel de Pamplona. En esa ocasión, el sindicato ACAIP-UGT, mayoritario en el ámbito de Instituciones Penitenciarias, denunció la agresión de dicho preso a cuatro funcionarios del centro penitenciario de Pamplona, a los que agredió y amenazó de muerte con un pincho artesanal al grito de “soy sicario, no me cuesta hacerlo”.

Los hechos ocurrieron en el módulo de aislamiento, donde se encontraba el interno debido a la pelea que había mantenido con otro recluso en uno de los módulos residenciales del centro. Durante su estancia en el citado módulo, esta persona protagonizó “varios incidentes”, en uno de los cuales amenazó a los funcionarios allí presentes con un pincho de fabricación casera y una cuerda.

En estado de “gran agitación”, según detalló ACAIP-UGT, el preso se dirigió a los funcionarios con expresiones como “os voy a matar, soy sicario y no me cuesta nada hacerlo”, al tiempo que se enfrentaba a ellos “con gran violencia”. A raíz de esta agresión, tres funcionarios tuvieron que acudir a las urgencias hospitalarias por lesiones y causar baja laboral. 

Traslado a otro centro

Tras estos hechos, ACAIP-UGT solicitó “el inmediato traslado de este interno a otro centro que reúna las características adecuadas para albergar a este tipo de internos, así como una relación de puestos de trabajo adecuada que dote a nuestro centro del personal necesario para evitar este tipo de agresiones que pone en grave riesgo la integridad física de los funcionarios y del resto de internos”. En respuesta a dicho incidente, el preso fue trasladado a Daroca a lo largo de esta semana, donde ha reiterado su comportamiento agresivo.

Asimismo, el sindicato considera que “la apertura de un nuevo módulo, así como la próxima apertura total del CIS (Centro de Inserción Social) y la más que posible ampliación de los talleres productivos, hace más que necesario el aumento de personal para que el centro pueda funcionar con normalidad”.