De sobresaliente. Así se puede calificar la temporada 2021/2022 para Anaitasuna y cuyo colofón ha sido este fin de semana la medalla de oro de las infantiles en el Campeonato de España disputado en Pamplona. Un broche perfecto a una campaña que pone de manifiesto el minucioso trabajo y el esfuerzo que está invirtiendo el club navarro en su cantera y cuyos resultados se evidencian año tras año.

En los últimos cursos, el nombre de Anaitasuna se ha colado con fuerza en buena parte de las fases finales de todas las categorías, tanto masculinas como femeninas. En lo que respecta a esta temporada, especialmente destacable ha sido la actuación de las chicas, ya que tanto infantiles como cadetes y juveniles se han metido con autoridad en la lucha por sus respectivos Campeonatos de España. El equipo infantil ha revalidado el oro, mientras que el conjunto cadete se ha colgado la medalla de bronce en Cangas y el juvenil ha finalizado en sexta posición. “Hace 10 años se empezó con la sección femenina en Anaitasuna y en muy poco tiempo se están haciendo cosas muy bonitas”, explica Carlos García, director deportivo de la sección de balonmano del club.

A todo ello hay que unirle que la plantilla de División de Honor Plata, dirigida por Chema Vives, ha conseguido la permanencia en una categoría exigente y en la que debutaba.

En cuanto a los chicos, el equipo juvenil finalizó la temporada como quinto de España, lo que supone todo un mérito. Asimismo, el cadete disputó su sector, aunque sin suerte; mientras que el infantil perdió la Liga contra el Cantolagua, club que acaba de conseguir la medalla de bronce en el torneo jugado en Granollers.

A todos estos resultados hay que unirle la campaña firmada por el 1ª Nacional, que volvió a pelear por subir a la División de Honor Plata masculina y de la que se quedó a tan solo un gol. Los navarros perdieron 21-22 ante los anfitriones del Unión Financiera BM Base Oviedo y se quedaron a las puertas del ascenso. Todo en el primer año como entrenador de Fermín Iturri, quien acudió en enero al Europeo de Hungría y Eslovaquia como miembro del cuerpo técnico de Jordi Ribera y se trajo una medalla de plata.

Mirando a cotas aún más altas, en concreto a la Liga Sacyr Asobal, el Helvetia Anaitasuna firmó un octavo puesto que le permite continuar una temporada más –y muy consolidado– en la máxima categoría del balonmano masculino estatal. 

HACIA ARRIBA

“Los resultados son francamente buenos. Es una línea claramente ascendente la que estamos viviendo en Anaitasuna. Pero no sólo es llegar, ahora hay que mantenerse, que es lo complicado”, subraya Carlos García, quien define la temporada de “sobresaliente”. “No podemos estar más contentos. Además, después de dos años hemos vuelto a celebrar el Torneo de Semana Santa y ha salido todo muy bien. Estamos exhaustos, pero contentos”, insiste.

Asimismo, a todos estos éxitos colectivos hay que sumarles los individuales. Y es que cada vez son más los canteranos convocados por las distintas categorías de la selección española. Desde Xavier González y Iosu Arzoz con la junior masculina, a Uxue Morentin con la juvenil femenina; Unai Elizondo e Ibai Etxarte con la juvenil masculina; o Naroa Baquedano con las Promesas.