España tiene esta tarde la oportunidad de colgarse una medalla de bronce en el Mundial de Suecia y Polonia. Para ello debe ganar a la selección sueca, anfitriona del torneo, que contará como es lógico con el factor a su favor de la afición. Juega en casa y uno de los aspectos contra los que deberá lidiar el equipo de Jordi Ribera es la presión. Dentro de la decepción que supuso no pasar a la final tras perder ante Dinamarca, no cabe duda de que pelear por una medalla de bronce tiene mucho mérito. Como curiosidad, se van a reeditar los enfrentamientos del Mundial de 2011, donde Suecia y España lucharon por el tercer puesto después de que Dinamarca venciera a los Hispanos y Francia a los suecos. A ver si se repite la jugada, ya que se consiguió el bronce. Al equipo se le ve bien, teniendo en cuenta el cansancio y los minutos que lleva jugados. Suecia, por su parte, no puede contar con su jugador más determinante, el capitán Jim Gottfridsson, que ha sido operado del meñique de su mano izquierda tras lesionarse durante el Mundial. Aunque tiene muy buenos jugadores como el lateral Jonathan Carlsbogard, el central Felix Claar o el portero Andreas Palicka. España puede hacer frente a su rival con los recursos que tiene. Con la defensa que está planteando y sus variantes –es el menos goleado del torneo– o recuperando a los jugadores más tocados como Dani y Álex Dujshebaev, además de Joan Cañellas. Paso a paso se han ido logrando los objetivos en este Mundial, pasando de rondas, con empuje, y ahora mismo se le podría dar a esta selección un notable de nota, con un 7’5 o un 8. Es un equipo que nos tiene malacostumbrados, que lleva muchos años en los puestos top, que a nivel táctico y de juego está respondiendo. Con las variaciones defensivas hacia la 5/1 o con el ataque 2/4 con dos pivotes, que llevaba mucho en desuso con la moda del 7/6. Jordi Ribera es uno de los grandes artífices del éxito, le he visto trabajar desde hace muchos años. Su meticulosidad y planificación hacen que el equipo no se descomponga y siempre esté en una buena línea. l

El autor es técnico navarro de la Federación Española de Balonmano