Eran unos puntos muy valiosos. Necesarios para tomar aire. Para intentar alejar fantasmas y mirar con un mayor optimismo el camino que queda por recorrer. Nada fácil, por cierto. Pero no fue posible. El Gurpea Beti Onak Azparren Gestión perdió este sábado en casa ante el Mecalia Atlético Guardés, un rival ahora mismo directo, que va a más, y que con este triunfo abre una mayor brecha con las navarras y con el play-down. Esas cuatro últimas plazas que se jugarán la categoría.

El 24-25 dolió. Y mucho. Las de Villava, de nuevo arropadas por una grada incondicional, tropezaron de nuevo con los errores. Con esos detalles que, como bien se dice, acaban por costar un partido. Ese pase que no llega, el tiro que se va demasiado alto o al palo, pasos inoportunos o los lanzamientos desde los siete metros que se desaprovechan. Algo que fue especialmente sangrante esta vez, ya que se fallaron tres de cinco. Dos de ellos de la especialista Valeska Lovera, que no tuvo su día en la ejecución.

Las gallegas, más curtidas, aprovecharon estos fallos. Pese a jugar en la última semana competición europea –donde se clasificaron para las semifinales de la European League– además del encuentro aplazado de Liga ante el Grafometal La Rioja, no acusaron el cansancio físico. La central Paula Fernández, ausente ante las riojanas por lesión, reapareció haciendo un roto a la portería defendida en primera instancia por Patri Encinas y luego por Olaia Luzuriaga. Y si no era ella ahí estaban la lateral Sandra Santiago o la extremo Elena Amores en la segunda mitad para coger el testigo en la faceta goleadora. 

La afición de Villava-Atarria volvió a responder. Javier Bergasa

Si algo no se le puede reprochar al Gurpea Beti Onak es su intensidad. Su entrega en la pista. En una primera parte igualada, con alternancias en el marcador, la buena actitud defensiva y el acierto de Encinas bajo los palos le mantenía con opciones serias en el partido. No titubeó cuando el Guardés empezó a abrir brecha a los diez minutos (4-6) y siguió manteniendo el ritmo. El lanzamiento exterior de Eider Hernández, que está exhibiendo un gran nivel en la primera línea, contribuía a mantener a las navarras en el partido, al igual que la calidad de Lyndie Tchaptchet desde el pivote e incluso la contra o la inteligencia de Maca Sans a la hora de robar en defensa y anotar, en superioridad y a puerta vacía, desde su campo.

Kassia César puso por delante al Beti Onak en el minuto 21 (11-10), si bien el Guardés, con Paula Fernández implacable, se colocó 13-14 al descanso.

La entrada de Sempere en la portería gallega en la segunda mitad en detrimento de Carratu fue muy beneficiosa para su equipo. Ahí está el 7 metros que detuvo a Sans y también el posterior rechace.

También las navarras remodelaron su portería, en este caso dando paso a Luzuriaga. Aunque las de Miguel Etxeberria empataron en el m.42 (17-17), el Guardés seguía imponiendo la calidad de su primera línea y el atino de su retaguardia para colocarse con la máxima diferencia del choque (20-23, m.50).

Los diez minutos finales fueron de tensión, nervios y ganas de victoria. Lovera erró un nuevo penalti, pero el Beti Onak no daba por perdido el encuentro. Se recompuso, se acercó a un solo gol de su rival, pero en el momento clave de empatar siempre aparecía un lanzamiento fuera o una pérdida en ataque.

La lateral chilena puso el 24-25 en el último minuto y aunque las navarras pudieron recuperar un balón en defensa y atacar para igualar el duelo, ya no había tiempo. Derrota y a seguir peleando

ETXEBERRIA: "NOS HAN PENALIZADO LOS ERRORES"


Miguel Etxeberria tenía claro en su análisis que al Gurpea Beti Onak le lastraron los fallos. “Nos han penalizado mucho los errores tanto ofensivos como defensivos de concentración. Estos partidos se resuelven por detalles, no hemos estado acertadas en algún momento clave y ahí se va la balanza a un lado u otro”. A pesar de que a su equipo le espera un calendario complicado, confía en las suyas. “Este equipo es una maravilla. Poder entrenarlo es un lujo. Pelean y creen. Estoy con ellas al mil por mil”, decía. Una de ellas, la portera Patri Encinas, también achacaba parte de la derrota “a los pequeños detalles”, pero aseguraba que el vestuario está “con actitud positiva”.