El Helvetia Anaitasuna vuelve a sonreír

No era fácil recomponerse y saltar a la pista de nuevo tras una derrota tan insidiosa como la acontecida en León hace una semana. Pero el Helvetia Anaitasuna se enfundó este domingo la camiseta, saltó a la pista y en un partido con altibajos, donde alternó un buen juego con otro más errático, solventó la papeleta ante el Frigoríficos del Morrazo y venció por 32-29. Una victoria que le devuelve la sonrisa al equipo navarro después de tres partidos sin ganar y que le permite, además, romper una negra estadística con el rival gallego, al que no ganaba desde noviembre de 2020. Objetivo cumplido.

Visitaba Pamplona un Cangas sumido en la parte baja de la tabla. Una zona que no le hace justicia. Porque los de Nacho Moyano son un buen equipo, que llevan toda una vuelta sin ganar, sí, pero que tienen argumentos para jugar. En ningún momento perdieron el foco al partido ni dejaron que Anaitasuna, con sus ventajas , se fuera con facilidad.

De inicio, Quique Domínguez apostó con valentía por un siete con dos canteranos: Pablo Itoiz, con intenciones de devolver la confianza a su técnico, y Josu Arzoz, sagaz e incisivo en su faceta defensiva. Ambos se esmeraron por cubrir de la mejor forma posible las ausencias de Marco Moreno, Ernesto Goñi y Julen Elustondo –que arrastra lesión en el sóleo– y que sin duda se dejan notar en el equipo. Por suerte, dentro de su juego coral, el Helvetia está contando con bazas significativas como la de Edu Fernández. El lateral zurdo leonés anotó 11 goles, fue elegido MVP del encuentro y, sin duda, se le echará mucho de menos en La Catedral la próxima temporada.

Quique Domínguez, este domingo durante un tiempo muerto. Iban Aguinaga

El encuentro fue de lo más igualado y, hasta el final, no se decantó por su ganador. Los goles de Itoiz animaron de inicio a Anaitasuna, que sin embargo veía al Cangas muy firme en el partido. Rares Fodorean ponía en el m.17 la mejor renta hasta entonces del encuentro (7-9), si bien los navarros se rearmaron y fueron capaces de empatar por medio de Edu Fernández a la contra (12-12, m.23). El Helvetia no se llegaba a encontrar del todo cómodo en el partido, encadenando errores e imprecisiones en el ataque, y en la retaguardia Domínguez optaba por Iñaki Martínez en la portería en sustitución de Juan Bar. El meta navarro tuvo que hacer frente a un Santi López efectivo, pero los locales lograban plantarse al descanso con un 15-14 favorable.

Anaitasuna salió motivado en la reanudación, endosando un 4/1 de parcial que obligó a Nacho Moyano a pedir tiempo muerto. Bazán ponía la máxima renta en el m.35 (20-16), pero el Cangas no había dicho la última palabra. Tiró de Jenilson Varela tanto en ataque como en defensa –providencial como avanzado en la 5-1– y mantuvo a su equipo metido en el partido. El Cangas redujo su distancia, pero Anaitasuna seguía firme con Edu Fernández en estado de gracia de cara al gol. Esto, y las paradas atinadas de Iñaki Martínez, mantuvieron con opciones a los locales, que atacaron con siete y con todas las de la ley en los minutos finales para amarrar una victoria que, finalmente, se quedó en casa. No sin el sufrimiento pertinente.