PREGUNTA: Día de emociones...

RESPUESTA: –¡Sí! Ha sido tremendo. Han venido muchos amigos y muchas personas a las que no veía desde hace años, desde antes de la pandemia. Eso ha sido muy impresionante y también me ha emocionado especialmente que fuera en la Academia. Se ha juntado un poco todo y ha estado genial. Ha sido un día bonito.

P: ¿Cómo se ha sentido al recibir este premio de su tierra allí, en Madrid, la ciudad en la que vive y trabaja desde hace décadas? 

R: –Tampoco ambos sitios están tan alejados. Fíjate que hace cuatro días me encontré con María Chivite en Fitur y hoy me ha entregado este premio en la Academia. Las distancias ya no son lo que eran, aunque, efectivamente, sí que lo eran cuando me vine a Madrid hace 30 años. Y para mí ha sido un gustazo que alguien desde allí, desde Navarra, decida concederme un premio aquí; sobre todo porque en el acto han estado compañeros con los que he rodado en Navarra, otros con los que he trabajado aquí y también allí... Realmente, la mezcla ha sido genial y lo mejor ha sido la sensación de que por encima de todo está el cine. Rodamos donde toca y haga falta. 

P: En efecto, ha rodado en muchos sitios, aunque Navarra siempre ha ocupado un lugar muy importante en su carrera, ya sea para venir a filmar, a asesorar...

R: –Más que importante, Navarra siempre ha sido un lugar prioritario y lo seguirá siendo. En Madrid también tengo muchísimo recorrido, no hay que quitar ni un ápice de lo que significa este territorio en el audiovisual porque hay mucha industria y hay que estar, pero Navarra siempre será lugar de rodaje, de compañeros, del Consejo Navarro de Cultura, de muchas cosas... Además, hay gente que no tenemos problema en estar en varios sitios a la vez... como mujeres que somos (ríe).

P: Las cosas van cambiando, o eso parece, pero ¿ser mujer en el mundo de la producción, un ámbito copado por hombres durante años no habrá sido fácil.

R: –Evidentemente, todo evoluciona y sería tontería decir que el papel de las mujeres no ha ido cambiando en este ámbito. Esta carrera, como todas, ha tenido sus techos de cristal que se ven y se sienten, pero, dentro de eso, hay gente que hemos seguido no tanto peleando como dando codazos para hacer hueco y, sobre todo, para hacer buen cine. O, por lo menos, el cine que queremos hacer. Ahora mismo, lo que hay no tiene nada que ver con lo que había y yo sigo potenciando al máximo la llegada de cuantas más mujeres mejor. Pero no solo en producción, que por supuesto, sino también realizadoras, actrices y muchas técnicas. Hay que pelear por la llegada de las técnicas, porque si no, no llegaremos nunca a la igualdad.

P: ¿Cuáles son esos puestos a los que hay que llegar para, en efecto, alcanzar esa igualdad? 

R: –Hoy en día es importante que estemos donde se toman las decisiones. Me refiero, por ejemplo, a los lugares donde se deciden las compras de derechos televisivos, a las operadoras, a las plataformas. La compra de los contenidos no puede seguir estando exclusivamente en manos de hombres. Estamos llegando y lo bueno es que creo que los hombres se están dando cada vez más cuenta de que esto tiene que ser así, que tiene que haber igualdad en esos ámbitos y pienso que van a acompañar el cambio. 

P: Ha estado y está en la junta directiva de asociaciones profesionales, ¿la pelea por el colectivo ha sido una de sus prioridades? 

R: –Claro, es que si quieres dedicarte a un sector, es fundamental que conozcas lo que hay detrás de él. Me refiero a las asociaciones, a los convenios, etcétera. No puedes ser alguien que trabaja con temas e historias sociales sin tener una implicación en la representación del sector. Seguiré en ello, sin duda.

P: ¿Y qué lugar ocupa la formación en su trabajo? 

R: –Formando me lo paso muy bien. Sin esa mirada de la gente joven sería incapaz de manejar el resto. Te da energía e impulso para seguir avanzando en el resto de terrenos. Los jóvenes te dan pistas, te dicen por dónde quieren ir, y si no les quieres escuchar ya no es que estés obsoleto, que lo estamos en algunas cosas, si no es que estaríamos fuera de onda. Hay que escuchar a la gente joven, para mí trabajar con ellos es un lujazo. Hoy (por ayer) me ha dado mucha pena porque mis alumnos querían venir al acto, pero no había más sitio en la Academia. ¡Qué gusto que hayan querido estar! 

P: A lo largo de su carrera le ha tocado pasar por muchos cambios: del analógico al digital, ahora la irrupción de las plataformas, para las que ha producido una serie... Las cosas avanzan a gran velocidad y Puy Oria se ha ido adaptando.

R: –Ha habido muchísimos cambios, sí, y hoy (por ayer) en el acto había profesionales de las plataformas, de las televisiones analógicas, de laboratorios de 35 mm... Gente de todo el proceso. Eso es lo bueno, porque lo realmente importante es saber qué proyecto tienes, cuál es el diseño de producción adecuado y así sacarlo adelante. Evidentemente, ahora ya estamos instalados en lo digital y para decidir aspectos como la distribución y la exhibición habrá que tener en cuenta las particularidades de cada proyecto. 

P: ¿A qué se refiere? 

R: –A que es innegable que las pantallas se han multiplicado y a que hay que estar ahí. Lo único que yo pongo por encima de todo es la calidad del proyecto. Lo que importa es que la historia sea buena y que la calidad de la producción –la interpretación, la dirección– sea estupenda y adecuada para donde se quiera lanzar ese proyecto. Eso es prioritario.

P: ¿En qué trabaja ahora?

R: –Estamos con varios proyectos en desarrollo, seguimos a tope con los cursos de formación y también con la consultora audiovisual #ConsultOria, con la que estamos poniendo en marcha un trabajo de asesoramiento muy fuerte en Madrid. Como siempre, con varias cosas a la vez, y cuando haya un proyecto concreto nuestro en marcha os lo contaremos.