Migración, memoria familiar y urbana, y una visión apocalíptica del periodo postcovid han protagonizado este jueves, en cuatro obras personales que han podido verse en Baluarte, la sección oficial del Festival Internacional de Cine Documental de Navarra Punto de Vista, que ya ha superado su ecuador. Los realizadores Varga Gábor, Juliette Achard e Ian Menoyot, Julius Richard, y Elvira Sánchez y Christian Bagnat han presentado sus películas en rueda de prensa.

Nagyapám kertje (El jardín de mi abuelo) (Hungría, 2021), estreno en España, es un documental realizado por Varga Gábor y su abuelo Gabrielle, un hombre que, de niño, se comía hasta el hueso de las cerezas, y que se ganó la vida bailando sobre escaleras (tal y como lo demuestra caminando sobre una escalera de tijera, a modo de zancudo). El paso del tiempo, la fragilidad de la existencia y el proceso de envejecer se abordan en esta bella película que, en palabras de Gábor “habla de la vida, de la muerte y de cómo aprender a amar nuestra vida”.

Boulevards de la Senne (Bélgica, 2023, estreno mundial), de Juliette Achard e Ian Menoyot, cuenta un corto episodio de la vida de la ciudad de Bruselas en el siglo XIX, “cuando se decidió recubrir el río que atravesaba la ciudad. Con esas obras, aparte de suprimir el río, se suprimió también un barrio pobre que había en la ciudad y que se sustituyó por grandes bulevares que lo que hacían era facilitar el comercio y permitir el desarrollo de una ciudad burguesa y moderna”, ha explicado Juliette Achard sobre esta película-ensayo que nos habla sobre Bruselas y una obra urbanística que marcó para siempre el aspecto de la ciudad.

La resaca de la pandemia

Julius Richard Tamayo ha presentado APOCALIPSIS 20 21 22 (España, 2022, estreno mundial), una película sin diálogos que condensa un año de vida en poco más de una hora y en la que, en palabras del propio director, “lo central es la desaparición de mi abuela, un apocalipsis familiar. Quería que fuese una película tremebunda, un documental de horror”. El filme “responde justo al después de la pandemia, son 405 días de rodaje, del 31 de diciembre de 2020, hasta febrero de 2022. Es la resaca de la pandemia”, ha añadido.

En este sentido, el realizador ha explicado que la visión a la que apunta en su documental “alude al filósofo español Paul B. Preciado y su libro Dysphoria mundi, en el que sostiene que el año 2020 no se acaba nunca y que el siglo XXII ha empezado en 2020. Es una película sobre el efecto ulterior de la pandemia. Guarda relación con el covid, pero más con el tiempo del después que con la pandemia en sí”.

El cineasta, creando capas de imágenes y capas sonoras, condensa el tiempo y la experiencia. Hace una película que es como su propio cuerpo tatuado: superposición de textos y de imágenes, decisiones pasadas que se mantienen indelebles en el cuerpo presente y cambiante. Julius Richard Tamayo crea un altar y en él hace una plegaria o un encantamiento por la familia, por los seres queridos.

Su película, como escribe Pablo García Canga en el catálogo de la presente edición de Punto de Vista, “está hecha para ser vista pero también para ser escuchada y, aún más, para ser vista como se escucha la música, para que la imagen sea sonido y el sonido sea imagen, y para que, al cabo, imagen y sonido sean tacto”.

La migración, un relato sin fin

Por último, la sección oficial del festival ha proyectado también este jueves Tembiapo pyharegua (Trabajo nocturno) (España, 2022, estreno mundial), de Elvira Sánchez Poxon y Christian Bagnat; una película que acompaña las noches (que a veces son días, momentos de noche espirituales) de una comunidad migrante en Cuenca, personas venidas de Paraguay que hablan en guaraní, entre ellas y con la película.

Las acompaña de muchas formas, a la manera de episodios, “relatando experiencias vitales en esta comunidad y desde que sus integrantes llegaron de Paraguay. Hay desde eventos colectivos a un acercamiento más personal”, han comentado los directores de este documental que evidencia que la migración sucede todo el tiempo, es un relato que no tiene fin.