La mejor manera de recordar a Jorge Oteiza (Orio, 1908 – San Sebastián, 2003) es acercarse a conocer su obra, recorrer su legado escultórico y vital en la Fundación Museo Jorge Oteiza de Alzuza, un lugar que este domingo abrió sus puertas en una jornada de celebración del 20 aniversario de su muerte. Fueron muchos los que se acercaron a las visitas guiadas ofrecidas para acercarse a la figura del artista vasco y entender un poco más cómo fue su planteamiento estético, artístico y social, ya que su manera de entender el arte era una forma de entender la sociedad. Pasear entre sus esculturas, descubrir sus poemas, recorrer algunos de sus escritos y observar su laboratorio experimental es algo que no deja indiferente.

La jornada de puertas abiertas era una de las actividades previstas dentro de los actos de conmemoración de esta efemérides que contara con diversas acciones a lo largo del año, como el proyecto específico realizado por Esther Ferrer.

Jorge Oteiza falleció un 9 de abril de 2003 en Donosti a los 97 años de edad. Su vida y su personalidad nunca fueron fáciles, Artista de temperamento rompió con lo establecido para abrir nuevas puertas. “Artista incomodo e indomable”, como el mismo se definía, dejó la escultura cuando consideró que ya era escultor y escribió todo un legado artístico con obras como el mítico Quosque Tandem.

En 1992 firmó la donación de su legado al pueblo de Navarra con la condición de que se construyera en Alzuza una fundación, el actual Museo Jorge Oteiza que no fue realidad hasta más de 20 años después. La decisión de esta generosa donación fue que Oteiza residía en la localidad navarra, donde estaba su casa taller que hoy forma parte del espacio museístico. No fue un proyecto fácil, ni su construcción ni sus comienzos, rodeados de polémicas, como lo estuvo siempre la obra del artista vasco.

La colección que custodia el Museo Oteiza cuenta con 1.690 esculturas, 800 dibujos, 2.000 estudios del laboratorio de tizas, cerca de 5.000 libros procedentes de su biblioteca personal, además de su extensa hemeroteca y sus innumerables escritos, en fase de catalogación. Hace unos años se publicó el catálogo razonado de su escultura realizado por Txomin Badiola.

En declaraciones a EITB, su subdirector Juan Pablo Huércanos ponía en valor la figura de Oteiza, un artista que “pretendía a través del arte y la cultura ampliar nuestra manera de entender el mundo. Pero no es solo un artista y creador fundamental para entender el siglo XX sino que muchas de sus acciones las podemos encontrar en la base de la cultura actual”.