Ben Yart prepara "la dosis perfecta de realidad, fantasía, sarcasmo y vulnerabilidad en Ceros", su nueva mixtape, que muestra "nuevas caras de Benito y da las claves para ver el mundo a través de sus ojos: crudeza mezclada con ironía, bucles infinitos y reflexiones obsesivas". Después de Ceros, el primer y único adelanto homónimo con Gallery Sessions, Ben Yart presenta estos 11 tracks sobre todas esas cosas que giran, rebotan y pesan en su cabeza. El de Pamplona presentó su nuevo trabajo en la noche del lunes 12 de junio en La Resistencia.

Esta nueva mixtape abre una ventana al flujo de su conciencia, donde "los pensamientos corren sin filtro y a velocidades vertiginosas". Han pasado dos años desde Pitxu en Casa, su último EP, y el Benito actual se muestra quizás más reflexivo y vulnerable, pero sin perder el miedo a reírse de todo lo que le rodea y, sobre todo, de sí mismo. A lo largo de Ceros, muestra "la gota malaya que supone el sueño de hacer dinero en su mente, se cuestiona valor del triunfo y la independencia, y habla sin tapujos de noches y días sin dormir, de bajona, de aguantar lo que venga y de encontrar tu sitio a la fuerza", explican desde su discográfica, Oso Polita, en nota de prensa. 

Los temas

Con producciones de Erebo, Jay Cas, Marshack y Tymaz, la mixtape está grabada en La Joyería casi en su totalidad, con la excepción de Ceros, producida por Mr. Worth y grabada en los estudios de Manttra Records. El sonido de este trabajo es también un reflejo de la "mente burbujeante" de Ben Yart: el espectro de géneros va desde el jersey club en Uno, un viaje introspectivo en clave club, al casi downtempo en Al Lío, un himno sobre seguir hacia delante, pasando por Feliz, un track contemplativo sobre saber perdonar y querer ser perdonado. El de Pamplona se expresa también en clave de baile funk en Día de Paga, un hit más improvisado y sin autotune que rememora el tracklist icónico de Pitxu en Casa, y juega con atisbos del trap más ortodoxo en la nihilista Trastero.

Cero a la Izquierda, un interludio ambiental y Cero a la Derecha, un track crudo en contenido que resulta casi esperanzador, le sirven al navarro para explicar el leit motiv de la mixtape: la obsesión por hacer dinero, el subidón y bajón psíquico que genera tenerlo y perderlo, comerse el mundo y odiarlo, creer que se puede confiar en uno mismo y no poder confiar en nadie.

En Porros, aparece el Benito más obsesivo, que juega a la repetición, mientras que en Gracias a Pi, se refleja en sus propias experiencias dirigiéndose a un ente misterioso. La única colaboración viene de la mano de Iuve Botticelli y Erebo en Perepapa, un track eufórico que transporta al cerebro del artista cuando la química y la vida confieren en la pista del club.