En los últimos tiempos había publicado varios singles, pero el año pasado volvió al formato de disco completo con 'Agustisimísimo'.

Sí, es que hay que seguir sacando discos. Publiqué un par de canciones sueltas, pero la idea siempre fue sacar después un disco completo. Estuvo la pandemia de por medio y eso hizo que todo se retrasara un poco, pero bueno, ya por entonces tenía alguna cosa grabada. Fui poco a poco, y al final, cuando ya teníamos todo el material terminado, decidimos sacarlo este año.

Entiendo entonces que, en estos tiempos de plataformas digitales en lo que todo es tan fugaz, usted sigue funcionando con el concepto de disco completo.

Sí, claro que sí. Si hay que hacer un álbum, se hace. Una canción la haces, la sueltas… Pero no sé, es distinto. Un disco es otra cosa, diez o doce canciones, un concepto general… Luego se trabaja de otra forma en el directo. El público lo valora de otra manera, también. Lo agradece más, creo yo.

En el disco hay un par de canciones especiales para usted, que son las dedicadas al que fuera batería de Manolo Tena, Pepito Al Alma ('Los muertos vivientes') o a Migue Benítez, que fue guitarrista y cantante de Los Delinqüentes ('De Jerez a Plutón').

Sí. De Jerez a Plutón está dedicado a Migue, de Los Delinqüentes. Ellos tenían un tema que hablaba de Plutón, también (Amor platónico, NdR). Me moló la idea de dedicársela. Y a Pepe Al Alma lo conocía de la noche de Lavapiés, nos juntábamos mucho. Siempre venía cantando tarantos, fandangos… Le quise dedicar una canción a él también.

“Yo he hecho flamenco flamenco, he hecho bulerías, que es el palo más difícil. Empecé con Lola Flores, Diego Carrasco, Morao, José Mercé”

Grababa sus discos en Madrid porque decía que en Jerez se iba de fiesta con su gente y se despistaba. Sin embargo, este lo ha vuelto a grabar a Jerez. ¿Se está formalizando?

Es que Jerez tiene mucho peligro. Ya uno es más grande y va sabiendo un poco lo que hace (risas). Antes grababa en Madrid porque allí me centraba más. Me lo he pasado muy bien grabando este disco. Además, hay muchos colaboradores de Jerez: Diego El Morao, Manuel Parrilla, varios palmeros, percusionistas…

Como curiosidad, el disco se ha editado también en casete. Eso ya es retro total.

Sí, total (risas). Hemos sacado unas pocas unidades. Es un vacile. Sirve para recordar aquellos tiempos. Pero bueno, hay gente que todavía tiene el radiocasete en casa, como el vinilo.

Es que la venta de vinilos ha repuntado mucho. Siempre acabamos regresando a lo clásico.

El vinilo ha recuperado mucha fuerza, sí. Yo creo que lo antiguo, al final, nos vuelve a gustar a todos.

“Me hace mucha ilusión volver al Flamenco On Fire, es un festival que se lo ha currado muchísimo. Y cada vez más”

En este disco, como es costumbre en todos los suyos, hay flamenco, pero también otros estilos: baladas, rock, reggae…

Sí. Como la cocina hoy en día, estos de las estrellas Michelín, que te hacen un montón de fusión. Pues esto es lo mismo, pero en música. 

El hecho de mezclar el flamenco con tantos estilos, ¿le ha originado en alguna ocasión problemas con los más puristas?

No, nunca. A mí los flamencos me han respetado siempre. Yo voy a un festival como el Flamenco On Fire y me respeta todo el mundo, puristas y no puristas. Yo he hecho flamenco flamenco, he hecho bulerías, que es el palo más difícil que hay. Empecé con Lola Flores, con Diego Carrasco, con Morao, con José Mercé… Siempre me han respetado. En los discos meto otras cosas, pero la base siempre está ahí y ellos lo saben. Por eso me respetan.

¿Y qué opina usted sobre las polémicas que se ha generado con artistas de otros estilos que incluyen ciertas pinceladas de flamenco? Pienso en Rosalía, por ejemplo, a la que se acusó de “apropiacionismo cultural”.

A mí parece bien; igual que nosotros utilizamos otros elementos de otras músicas. Ellos pueden hacer lo mismo.

¿Cómo es eso de que aprendió a rapear con un cura?

Eso fue porque yo era monaguillo y, de tanto oírla, ya me sabía la misa entera de memoria. En las bodas y los bautizos yo me ponía a recitar por bulerías. El cura me decía que le estaba imitando, pero yo le decía que no, que estaba rapeando.

En sus inicios, trabajó con Lola Flores. Ella le apadrinó y le ayudó con su primer disco, 'Torrotrón', de 1993.

Sí. En realidad, el que me descubrió fue Manuel Morao, que teníamos un grupo, España - Jerez, y de ahí salimos La Macanita, Manuel Parrilla… unos cuantos. Después, con doce años, me llamó Diego Carrasco para actuar en Los Canasteros. Ya antes, cuando tenía ocho o nueve años, mi madre me había llevado con Lola Flores, pero fue estando en Los Canasteros cuando me vio y me llevó con ella. Y gracias a ella grabé mi primer disco. Yo le decía que quería hacer rock’n’roll por bulerías y ella me apoyaba, le gustaba mi fusión. Aunque mi primera fusión no fue cantar ni meter guitarras eléctricas; mi primera fusión fue bailar break dance por bulerías.

“Mi primera fusión no fue cantar ni meter guitarras eléctricas; mi primera fusión fue bailar break dance por bulerías”

Antes ha dicho que se ha formalizado un poco. Imagino que no será así sobre el escenario, ¿no? Las actuaciones que usted ofreció en Pamplona anteriormente fueron muy salvajes, toda una experiencia.

Claro, haremos el show. Eso no se formaliza nunca, eso es el directo de Tomasito. Vamos con las mismas ganas, a intentar que la gente se lo pase lo mejor posible, igual que nosotros.

¿Cómo definiría usted su directo? A mí me resultaría difícil hacerlo, la verdad.

Es que es difícil… Diría que es callejero, urbano, con improvisación… Hay fiesta, hay alegría, hay compás y hay ritmo. Me hace mucha ilusión volver al Flamenco On Fire, es un festival que se lo ha currado muchísimo. Y cada vez más. Han hecho una apuesta muy valiosa y les está saliendo muy bien, con todo merecimiento. Por el norte gusta mucho el flamenco. Hace poco toqué en Gijón y la plaza estaba llena, la gente a tope… Y yo no soy el más ortodoxo, por supuesto. El Flamenco On Fire es un festival de los importantes dentro del flamenco.