Arte multimedia en Baluarte

Es la intención de Tundra, el colectivo multidisciplinar con sede en San Petersburgo que, con esta exposición, pone el broche de oro a la programación del 20º aniversario del Palacio de Congresos y Auditorio Baluarte.

La Sala de la Muralla se ha transformado con esta novedosa propuesta, que puede visitarse hasta el próximo jueves 16 de noviembre y que, entre otras experiencias, traslada al visitante a paisajes oníricos que remiten a esa naturaleza tan ansiada cuando se habita un espacio urbano cerrado, o propone viajar atrás en el tiempo, a una era en que la comunicación se producía a través de vibraciones, antes de llegar la luz y el sonido.

Dos estrenos mundiales

En concreto, la exposición incluye las nuevas instalaciones de LONO y ÉXÕ, encargadas especialmente para este evento y cuyo estreno mundial tiene lugar en Pamplona, así como las propuestas de arte más recientes y populares de Tundra, ROW y THE DAY WE LEFT FIELD.

Se trata de cuatro obras site-specific, que han sido producidas para adaptarse a este singular espacio de Baluarte, en las que se incluyen actuaciones audiovisuales, instalaciones artísticas de luz y sonido, arte generativo y diversos experimentos multimedia de vanguardia.

“Es una propuesta coherente con el futuro de Baluarte, que apuesta por la innovación como un eje transversal pero también con su vocación de entrelazarse y buscar sinergias con la escena local y regional, donde en este campo de experimentación contamos con importantes referencias”, ha comentado este viernes en la presentación de la exposición Paula Noya, directora de Infraestructuras Culturales de NICDO-Baluarte.

Tundra es un colectivo de nuevos medios audiovisuales formado en 2013 por Alexandr Sinitsa, Klim Sukhanov y Semyon Perevoshchikov; un referente internacional en el campo del arte inmersivo, fruto de la hibridación entre arte y tecnología, creado como una alianza entre artistas visuales y productores de música electrónica. El colectivo explora aspectos sinestéticos de la percepción audiovisual humana experimentando con nuevas tecnologías y medios para interactuar con el contexto ambiental en constante cambio.

Por primera vez en España

En la experiencia Tundra’s First Solo Exhibition el público puede disfrutar, por primera vez en España, de un monográfico de este colectivo de artistas simultáneamente en un mismo espacio. Para el creador de Tundra Klim Sukhanov, la Sala de la Muralla es “un lugar increíble, único y sorprendente; hay muchos espacios, mucho aire, los techos son muy altos y de esta manera, por la propia luz del lugar, nuestro trabajo parece diferente. Este espacio nos ha permitido jugar mucho con la luz y el sonido, y espero que eso se note en la experiencia que la gente va a vivir”, ha comentado este viernes Sukhanov, apuntando que con esta exposición inmersiva “celebramos veinte años de Baluarte y también diez años en nuestra carrera como artistas multimedia, por lo tanto para nosotros es un hito muy importante”.

La propuesta concebida para la Sala de la Muralla, en palabras de Klim Sukhanov, “incluye dos nuevas instalaciones que se combinan dentro de una propuesta multimedia mayor, y nos gustaría que se consideraran como piezas de un puzzle, así las hemos pensado y construido; un puzzle que sería una sinfonía en la que queremos orquestar u organizar ese espacio en el que vibran diferentes instrumentos que son nuestras instalaciones. Nuestra intención es que la gente que venga aquí pueda experimentar algo nuevo, que salga un poquito de su vida rutinaria y disfrute de distintas percepciones sinestésicas a través de la luz y del sonido”.

Las instalaciones, una a una

Tundra utiliza una combinación de métodos analógicos y algorítmicos para diseñar la imprevisibilidad, dando forma al sonido y a la luz en cada instalación audiovisual.

ROW, por ejemplo, se compone de diez pantallas holográficas LED alineadas, lo que crea una imagen tridimensional en capas que muestra visualmente variaciones de sonido. Mediante la conversión continua de datos en símbolos visuales y mensajes musicales, se invita a reflexionar sobre el poder del arte multimedia para la humanidad.

En THE DAY WE LEFT FIELD (El día que dejamos el campo), la protagonista es la naturaleza en su forma más primaria: briznas de hierba. Como en una pintura surrealista, los filamentos de hierba oscilan rítmicamente al revés en un ambiente de sonido envolvente y rayos láser que forman un prado flotante suspendido sobre las cabezas de los visitantes.

ÉXÕ (estreno mundial) explora la ilusión óptica del espejo infinito, con una sucesión de reflejos que simboliza la extensión de nuestros límites perceptivos.

Y LONO (estreno mundial) invita a sentarse en una silla vibroacústica y colocarse un dispositivo de realidad virtual (gafas aptas en esta exposición solo para personas de 13 años en adelante) para experimentar qué se siente cuando el sonido resuena por todo el cuerpo interconectado con las imágenes y el tacto. Es un viaje introspectivo a tiempo atrás, a antes de nacer, cuando desde el útero materno nos llegaban los primeros sonidos en forma de ondas acústicas.