Tierra y emoción se conjugan en la obra de Javier Egiluz (Pamplona, 1974) igual que en la vida –y en su proceso pictórico– confluyen azar y búsqueda, definición y sugerencia, intuición y razón. Dos caras de la existencia humana entre las que el artista navarro busca –y logra– un equilibrio para deleite de quienes contemplamos sus obras.

Las más recientes pueden recorrerse ahora en La Fábrica de Gomas, en la exposición Geografía Latente II. Como su título indica, es una continuación de la serie iniciada por Egiluz en 2020, justo después del confinamiento por la pandemia de la covid-19, bajo el título Geografía Latente y que mostró en su día en la Galería Ormolú.

En aquel momento fue la primera vez que el artista pamplonés reconocía una “intención de composición paisajística” en sus pinturas al óleo. Y esa intención ha seguido como una llama viva y ha inspirado la treintena de cuadros que ahora se muestran en el espacio del Soto de Lezkairu. Unas obras que “parten de la misma idea que las que iniciaron la serie, pero desarrollan un poco más esa idea de acercamiento a la figuración desde la abstracción”, explica Javier Egiluz, a quien le gusta la idea de situarse “en ese terreno difuso y fronterizo entre la abstracción y la figuración”.

Javi Egiluz, ante algunas de las obras de la exposición. Unai Beroiz

Sin elementos representativos pero evocando al paisaje, sobre todo en cuanto a composición se refiere, y nunca buscando profundidad ni perspectiva sino apostando por composiciones paisajísticas en un único plano, el artista se mueve ahí, en unos casos más cercano a lo figurativo y en otros desvinculándose de esa idea de paisaje y dando lugar a formas más autónomas, más abstractas; y partiendo siempre de un mismo patrón con el que dio inicio al proyecto Geografía Latente: “Dos o tres líneas que buscan equilibrios, un poco en zig-zag”, y que nos llevan a diferentes terrenos en cada cuadro.

“Busco un equilibrio entre intuición y reflexión, entre accidente y control”

Javier Egiluz - Artista plástico y músico

Egiluz sigue muy cómodo en los blancos y grises, sobre todo grises cálidos, en los que encuentra “muchos matices”; también en los ocres, a veces tendentes al naranja, otras al verde. Son las tonalidades que le sirven para desarrollar la idea de Geografía Latente, un universo pictórico propio, por un lado por el tema de la composición, por la idea paisajística que hay detrás, y por otro lado por las texturas, la materia, el vínculo con la tierra, con la geografía. “Algunos de los cuadros son muy físicos”, reconoce su autor, que trabaja estas obras, realizadas todas al óleo, por capas, con espátula y brochas. “Primero son capas oscuras y sobre ellas voy añadiendo capas de más luz cada vez”, cuenta, comentando que hace años metía otros materiales para aportar texturas, como arenas, cuerdas, y ahora esta presencia es anecdótica.

También la geometría ha ido desapareciendo de este terreno, ahora entra tímidamente en algunas de las obras, “en recursos compositivos como márgenes, me gusta jugar con el formato”, dice Egiluz.

Otra novedad de estos cuadros es la mayor apuesta por los negros, en la que el artista pamplonés reconoce la influencia del pintor francés Pierre Soulages.

Diálogo entre opuestos

Intuición y reflexión, caos y orden

La intuición es importante en el proceso de creación de estas obras. “Tengo una idea clara al inicio, pero luego el cuadro te lleva adonde te lleva. Ahí busco un equilibrio entre intuición y algo más buscado, más racional y más reflexivo, porque el proceso es largo; como trabajo con tantas capas, al final acabas viendo el cuadro muchas horas y tienes mucho tiempo de reflexionar acerca de lo que está funcionando bien, de lo que no, de qué cambio, etcétera”, cuenta Javi Egiluz, a quien le interesa mucho “el diálogo entre lenguajes opuestos, en este caso entre lo intuitivo y lo más racional o reflexivo, entre el lenguaje más accidental y más controlado, entre lo pesado y lo que tiende a desvanecerse”. Como en estos cuadros, la vida a veces también nos pesa, y otras fluye ligera y se escapa demasiado fácil, evanescente.

En el proceso siempre hay “accidentes, cosas que surgen y que que no dependen tanto de mi intervención, que se dan de forma azarosa. Yo siembro el terreno y luego aparecen cosas entre las texturas y las capas”, cuenta el autor. Accidente y control, caos e intención de orden, emoción y razón dialogan y se integran en la búsqueda de un “equilibrio perfecto” para el creador, de la misma forma que lo hacen “el lenguaje sugerido y el lenguaje más definido”.

“Esta exposición ofrece un contrapunto a la aceleración y el ajetreo con que vivimos”

Javier Egiluz - Artista plástico y músico

Junto a los cuadros al óleo, Geografía Latente II exhibe minimalistas collages de telas sobre tela y dedica un apartado al proceso de creación del arte de Egiluz, con obras en pequeño formato, pigmentos, trozos de lienzo que usa para realizar sus collages y piedras y piritas del artista, muy apasionado del mundo mineral, una influencia y fuente de inspiración patente en sus obras.

Dedicado, como a la pintura, a la música desde hace más de treinta años –ha formado parte de grupos como Hoey & The Mussels, Jon Ulecia y Cantina Bizarro, Luz De Cruce, Roberto C. Meyer & Alpha 60–, Egiluz reconoce que la música es un arte “fundamental” para él. Pero cuenta que lleva ya años pintando sin música. “No me preguntes por qué, pero ya no”, dice. “Escucho mucha música, en casa, en el coche, me interesa sobre todo la historia del rock and roll y me documento mucho, veo y escucho muchas cosas. La música está presente en todos los momentos de mi vida menos mientras pinto”, comenta el artista, siendo consciente de que el momento para conectar con un arte que requiere reposo, calma y pausa no es fácil.

“Se echa en falta el deternos un poco más, el mirar algo y reflexionar. La gente de nuestra generación y anteriores estamos más acostumbrados, pero las nuevas generaciones, con la cantidad de estímulos que tienen y que hacen que pasen de una cosa a otra en segundos... no está habituada”. Él piensa que “eso tiene que volver, esta aceleración no puede ir a mucho más. Volverán tiempos en los que pararemos, recuperaremos eso. Aquí estamos para ofrecer el contrapunto”, dice aludiendo a su exposición, que “invita a hacer un parón en el ajetreo”.

La exposición

Título. Geografía Latente II.

Autor. Javier Egiluz (Pamplona, 1974). 

Lugar. La Fábrica de Gomas, calle Fuente de la Teja, número 12 del Soto de Lezkairu de Pamplona.

Fechas y horario. Puede visitarse hasta el 30 de abril, de martes a viernes de 12.00 a 13.30 y de 18.00 a 20.00 horas. Sábados y domingos, de 12..00 a 14.00 horas.

Contenido. Está formada por una selección de 32 obras nuevas que forman parte de la segunda entrega de la colección Geografía Latente que el artista inició en 2020. Es un trabajo que parte de patrones y composiciones que evocan el paisaje, pero sin referencias ni interés representativo, lo que hace que se sitúen en ese terreno difuso y fronterizo entre lo figurativo y la abstracción.