Tres de cada cuatro consejeros delegados españoles –concretamente, un 78%– prevé que en tres años se recuperará el modelo de trabajo completamente presencial, de acuerdo con la última encuesta de la consultora KPMG a altos ejecutivos. De hecho, casi la totalidad de los CEO españoles (89%) estarían dispuestos a recompensar a través de retribuciones, incrementos salariales o promociones a aquellos profesionales que pongan empeño en volver a la oficina.

Esta conclusión se contrapone a otra presentada recientemente por la aseguradora Aegon, que en un reciente informe ponía de manifiesto que cuatro de cada diez trabajadores en el Estado estarían dispuestos a renunciar a una parte de su salario a cambio de tener más medidas que les permitan conciliar, especialmente, en el caso de los trabajadores hombres, ya que estos muestran una mayor predisposición que las mujeres. Del estudio elaborado por Aegon también se extrae que el teletrabajo no mejora sustancialmente la sensación de satisfacción con el trabajo, aunque solo un tercio de los encuestados se cambiaría a una compañía que no les dejase teletrabajar. Analizando los perfiles que cambiarían o no a una empresa que no ofrece teletrabajo, la diferencia de edad es el dato donde se encuentran las mayores diferencias. Así, las personas que se encuentran entre los 18 y 25 años estarían dispuestos a irse a trabajar a compañías que solo tienen trabajo presencial en un 45,5% de los casos.

El fin del teletrabajo es unos de los pronósticos a medio plazo de los máximos directivos españoles, que además prevén que tanto sus compañías como la economía en general evolucionarán de manera positiva hasta 2026, según el informe ‘KPMG 2023 CEO Outlook’ difundido ayer domingo. En concreto, el 86% de los CEO prevé que sus empresas crecerán durante los próximos tres años, en tanto que un 78% augura que la economía española seguirá avanzando en el mismo periodo. Para los próximos tres años los altos ejecutivos centran sus prioridades estratégicas en mitigar los efectos de la elevada inflación y el incremento del coste de las materias primas, factores que han limitado su crecimiento. Los elevados tipos de interés son considerados como el gran riesgo para el crecimiento de sus empresas a medio plazo, cuando en 2022 lideraban la lista los “riesgos regulatorios” y los “riesgos reputacionales”.

En un contexto económico marcado por la inflación, las políticas monetarias restrictivas y un entorno geopolítico complicado, los líderes empresariales españoles consideran que proteger el negocio frente a estas amenazas es una prioridad estratégica para los próximos tres años. Asimismo, un 76% de los directivos encuestados piensan que el encarecimiento del coste vida afectará negativamente al crecimiento de su compañía, mientras que un 80% considera que las subidas de los tipos de interés y el endurecimiento de las políticas monetarias por el BCE podrían prolongar una potencial recesión.

TECNOLOGÍAS DIGITALES

El 70% de los CEO cree que la inversión en inteligencia artificial generativa es también prioritaria, sin embargo, de forma mayoritaria muestran inquietud respecto a la seguridad, los aspectos éticos de la nueva tecnología, su coste de implementación y la falta de regulación. Además, el 74% de los encuestados españoles consideran que la inteligencia artificial puede ayudar a prevenir ciberataques, pero, al mismo tiempo, piensan que proporciona nuevas vías para llevarlos a cabo. De la misma manera, el 36% considera que su compañía no está preparada frente a estos posibles ciberataques, nueve puntos por encima de la media internacional.

Atraer y fidelizar el talento es otra de las prioridades estratégicas de los CEO, de tal modo que nueve de cada diez encuestados anticipan que incrementarán sus plantillas y la mitad lo hará en al menos un 6%, destaca el informe. Asimismo, el 72% afirma que ha integrado los criterios ESG en su negocio como una palanca de valor. De hecho, los directivos españoles se muestran más optimistas sobre la rentabilidad de invertir en este ámbito, pues el 86% espera obtener un rendimiento significativo antes de cinco años, ocho puntos por encima que los resultados globales.