Las criptomonedas ya sirven para comprar vivienda en Navarra. Un paso más en la penetración de un activo monetario que ya es aceptado por una inmobiliaria con sede en Pamplona (RK Inmo SLM) y que se encarga de su conversión, garantizada, fiable y trazable, en moneda de uso común. Con una premisa: “Quien vende su piso cobra en euros”, explica Idoia García, gerente de SLM Inmobiliaria, la primera empresa de la Comunidad Foral en ofrecer este servicio.

“En toda España somos nueve y ya se ha hecho una transacción en Valencia”, explica Idoia García, gerente de una agencia que da empleo en Pamplona a 13 personas y que el 1 de febrero cumplirá 11 años de vida. Nació en 2013 tras un cambio de socios, en un mercado de compra venta que entonces estaba bajo mínimos. “Entonces trabajamos mucho el alquiler y poco a poco fue volviendo la venta. Se trata, en el fondo, de adaptarse a las circunstancias. Cuando no se vende se alquila”, dice Idoia García, quien señala que nunca, ni en lo más duro de aquella crisis económica, dejaron de trabajar. 

Hoy las circunstancias son otras. Se alquila (sin hay producto) y se vende. Y se puede comprar tanto en euros como en criptomonedas, en manos de ciudadanos de todo el mundo que tienen en el ladrillo un modo de aprovechar las ganancias obtenidas en su inversión. El bitcoin, la más popular de las alrededor de 10.000 criptomonedas en circulación, ha multiplicado por diez su cotización en los últimos cinco años, si bien no ha recuperado todavía los máximos logrados durante la pandemia. 

El procedimiento, paso a paso

SLM decidió abrir la puerta a este tipo de operaciones hace menos de un año, durante un congreso de RK en Alicante, el grupo nacional al que pertenece. “Vimos que ya era posible hacer operaciones con total seguridad para el vendedor y con un procedimiento transparente, así que decidimos certificarnos para poder operar”. Las ventajas eran obvias: la nómina de posibles compradores se ampliaba de manera sustancial a clientes de otras partes del mundo dispuestos, además, a pagar precios interesantes por las propiedades.  

El procedimiento que sigue la agencia es el siguiente: el piso en venta es colgado de un portal inmobiliario especializado en criptomonedas (www.inmocrypto.es) al que acceden posibles compradores de todo el mundo. Unos de los más activos son los rusos, que tienen limitada a 100.000 euros su inversión, como consecuencia de las sanciones impuestas tras la invasión de Ucrania. “Pero si tienen otra nacionalidad, que es bastante común, no hay límite”, precisa Natalia Berbetova, trabajadora de SLM y responsable del área internacional de la inmobiliaria. 

A partir de ahí, como en cualquier otro portal inmobiliario, llegan las ofertas. No todas sirven. Para realizar el canje, SLM trabaja con bit2me, que se define como el espacio “de compra de criptomonedas líder en español” y que trabaja exclusivamente con una nómina de criptomonedas conocidas. “Alrededor de unas 40”, dice Berbetova.

Lo siguiente es rastrear el dinero, para lo que ComplianZen realiza un informe de prevención de blanqueo de capitales, que analiza, por un lado, la billetera del cliente donde se alojan las criptomonedas. Se trata de seguir el rastro del dinero hasta su origen, para asegurarse de que sea “lícito”. Y lo mismo se hace con el comprador, a quien se analiza para comprobar que está “limpio”, dice Idoia García. Los informes tienen un coste de 1.200 euros cada uno, 500 en el caso de que el comprador tenga nacionalidad española y tribute aquí. “Corren a cargo del comprador y tardan entre 5 y 15 días”, explica. 

El papel de los notarios

Con los informes listos es el momento de acudir al notario. De momento, dice Idoia García, “trabajamos con tres notarios de Valencia y uno de Alicante”, dos territorios donde estas operaciones son más frecuentes. Los notarios, al igual que Bit2me, reciben el informe y se acuerda un día y una hora concreta para realizar la transacción de criptos a euros. “Hay que tener en cuenta que las criptomonedas fluctúan mucho, no se puede hacer la conversión de un día para otro. Hay que efectuarla en el momento”, señala.

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Una vez efectuada la transacción, los euros queda en manos del notario o de inmocrypto, que agrupa a notarios, registradores, consultoras de compliance y bancos de criptomonedas. Y de nuevo en el notario “se realiza una preacta” previa a la transferencia del dinero y el acta de cambio de titularidad final. 

“Se trata de que el proceso sea lo más ágil posible”, explica Idoia García, quien confía en que, poco a poco, estas operaciones se efectúen también en el radar, un destino presente ya en el radar de los inversores extranjeros, que no solo buscan sol o playa. “En Pamplona, las universidades pesan en el mercado y mucha gente -dice- valora muchísimo nuestra calidad de vida”.