Ruben Goñi es uno de los más de treinta agricultores que ayer pasaron la noche en la cabina de sus tractores en pleno centro de Pamplona para vigilar la flota desplegada entre la Baja Navarra y Conde Oliveto, y de paso para estar preparados para el arranque de un día que promete ser duro. Cuarta jornada de movilizaciones y una reunión con el Gobierno de Navarra en la que se les ha dado audiencia.
Es la una y media de la madrugada y en la plaza Príncipe de Viana se escucha la llegada de grupos de jóvenes que llegan del Juevintxo y se hacen fotos junto a los tractores para colgarlos en sus redes sociales. "Son muy necesarios, dependemos de ellos para comer y sus reivindicaciones las entendemos y apoyamos. Ha sido histórico ver a tanto tractor en la Avenida Baja Navarra, como estudiantes no habíamos visto nada igual", destacaban dos chicos de retirada. Tras ellos un grupo de chicas compartía la lucha de los agricultores pese al "incordio que está suponiendo para el tráfico". "Necesitan la ayuda de todos", aseguraban mientras dos policías municipales cortaban el paso de tráfico que trataba de acceder a Merindades.
En mitad de la rotonda de Príncipe de Viana, junto a flores que les recuerdan su trabajo en el campo, se oye el ruido de motores encendidos para calentar la cabina reconvertida en dormitorio. Goñi es un labrador de Loza que prefirió dormir en el tractor la noche de ayer. "Un grupo grande de Estella que pasó la noche en la autovía el día anterior se ha quedado a dormir en pensiones y hoteles, y los de la Comarca hemos decidido quedarnos unos aquí, de vigilia, y otros se han ido a casa", resaltaba. Pronto aparecen junto a una cosechadora de gran tamaño otros dos jóvenes agricultores que se suman a la charla. ¿Cómo habéis podido subir por Santo Domingo?, pregunta la periodista a lo que responden: "Los tractores son como los camiones no tienen más de dos metros sesenta de ancho...". ¿Frío? "No tanto"...
Pronto recuperan en la conversación el motivo central por el que protestan. "Hemos visto naranjas de Portugal a las que se cambiaba la etiqueta, y productos de Marruecos sin etiquetar en grandes supermercados. Es una vergüenza, el Gobierno está ganando dinero con productos de dudosa trazabilidad", admiten quienes no se sienten representados por los sindicatos. "Vienen a ser como una gestoría pero esta movilización no la hubieran hecho nunca", remarcan. Goñi asegura que dependiendo del resultado de la reunión de esta mañana en Gonzalez Tablas decidirán la estrategia a seguir y cómo continuar con las movilizaciones "hasta que nos dejen".
"Hoy nos han dejado entrar aquí, ayer fue imposible, hemos entrado sin Nacionales y sin impedimento por los municipales. Les hemos dicho que íbamos a acampar y no nos han creído, les hemos vuelto a decir que sí y nadie ha dicho lo contrario", relata. La competencia desleal es la principal queja de estos agricultores cerealistas de la Comarca de Pamplona. "Entra mucho producto que nos hace mucho daño", señala Goñi quien reconoce que ellos mismos se han visto sorprendidos de la unidad de acción de tantos agricultores. "Nos vamos viniendo arriba conforme pasan los días, en lugar de aburrirnos, nos motivamos más porque vemos que cada día tenemos un objetivo diferente y que va cobrando sentido". "Los sindicatos llegan tarde, nos sentimos apoyados por la ciudadanía porque no lo esperábamos, hasta nos han aplaudido", añade. "No queremos colapsar nada pero si no hay medidas de alcance no tendría sentido salir a la calle", abunda.
Otro compañero, padre de dos hijos, admitía recostado en su cabina que resulta imposible ser agricultor, administrativo.... "O estamos en la oficina con programas digitales o en el campo", resaltaba. "Hemos echado un pote y ahora toca tranquilidad. Nos recostamos un poco y a lo mejor dormimos algo, el tractor es muy incómodo, son vehículos para trabajar", reconocía. Dormir en `pleno centro de la ciudad ha sido una decisión improvisada, como todas las que han protagonizado en sus movilizaciones. "No queremos juntarnos con los sindicatos, están todos untados, nos tienen engañados y no nos representan", aseguran.
Denuncian que al agricultor le pagan una miseria. "Las ayudas son sogas al cuello, lo que te dan de un lado te quitan de otro. Lo que hay que hacer es pagar al agricultor por lo que vale el producto no inflar los precios para que paguen los mismos de siempre", reclama. "Los productos buenos los exportamos y los malos los importamos, no tiene sentido. Nos tratan además como terroristas medioambientales", agrega mientras insiste en que no quiere foto. Dos tractoristas también jóvenes decidieron hacer guardia en la Baja Navarra. "No queremos molestar a nadie, queremos que se nos escuche, que no nos asfixien con medidas fiscales y burocráticas o otras absurdas como mantener la tierra en barbecho", agregaban.
