Dicen que la política es como un veneno del que es casi imposible desintoxicarte. Si superas el miedo al centro del escenario, a acaparar el foco, a equivocarte y a estar en boca de todos –que en muchos casos es un vicio y no una penitencia–, es difícil que te jubiles del todo.

Pasa en todos los partidos y se ve en cada convocatoria electoral: las listas para las elecciones siempre hacen hueco a exaltos cargos, históricos, caras conocidas o personalidades que muestran su apoyo público cediendo su nombre y su DNI para figurar en una lista. Es una forma de apoyar una sigla en el apartado más simbólico, porque generalmente se sitúan en puestos muy alejados de las posibilidades de sacar escaños.

Pero también tiene un sentido muy prosaico: partidos como UPN, PSN o EH Bildu, que en cada cita electoral arman decenas de listas, se ven en la necesidad de contar hasta con el último nombre para llenar los exigentes cupos de la ley electoral para confeccionar las listas, y que hacen que muchos partidos tengan muchas limitaciones a la hora de presentarse. Se ve fácil con Ciudadanos, que se las ha visto y se las ha deseado para sacar la lista al Parlamento y las de Pamplona y Tudela porque literalmente no cuentan con gente para figurar. Lo mismo ocurre con Vox.

Pero los partidos más grandes también sufren, y son normales los casos de madres, padres, mujeres y primos segundos en listas de pueblos remotos con los que no se tiene vinculación. Pero todo sea por la familia.

En estas páginas se hace un repaso por los nombres curiosos que han dejado las listas al Parlamento y algunos pueblos. En ellas figuran exparlamentarios que lo fueron con una sigla y ahora apoyan otra; familiares de primerísimo grado; clásicos de la política que, a sus 80 años, siguen arrimando el hombro donde pueden; referencias mundiales de la cultura y el pensamiento; exdeportistas de élite o referencias comarcales. Todo el apoyo es bienvenido para sacar adelante las 816 candidaturas del 28-M.

De los ‘ex’ de UPN a un antiguo árbitro de Primera División

Ocho años después, el PP vuelve a presentarse con su sigla a unas elecciones forales. En 2015 sacó dos escaños en un contexto difícil para la derecha navarra. Ahora, tras la desintegración de Navarra Suma, vuelve a las papeletas. Y lo hace con una curiosa mezcla: de los fichajes de UPN a históricos como Jaime Ignacio del Burgo y rostros más o menos conocidos, como el del exárbitro profesional navarro Eduardo Prieto Iglesias. El PP ha armado una lista con un montón de excargos regionalistas: una manera de escenificar el sangrado que ha supuesto la guerra entre UPN y los populares. Ahí están Maribel García Malo, María Kutz, Luis Zarraluqui, Sergio Vitas, Dani Cuesta... todos ellos hasta hace cuatro días en la disciplina de UPN, y que se suman a los Sayas, Adanero, María García Barberena o Fermín Alonso que están en otras listas. Prieto Iglesias ha echado una mano a los exdiputados desde la creación de la Plataforma Navarra, y Jaime Ignacio del Burgo ocupa el simbólico puesto 50.

Innerarity y el consejero de Salud que echó una mano en la pandemia

La lista de Geroa Bai al Parlamento se divide en tres bloques, por resumir. El primero mantiene la continuidad del trabajo de legislaturas previas, con Unai Hualde –presidente del Parlamento–, María Solana, Jabi Arakama, Pablo Azcona e Isabel Aranburu, por ejemplo. El segundo tiene nombre de pueblo: desde Javi Ollo –alcalde de Alsasua con mayoría absoluta– hasta Rubén Sánchez –alcalde de Ujué– pasando por los Jon Gondán –alcalde de Zizur–, José Bandera Narvaiz –alcalde de Jaurrieta– o Anika Luján, candidata en Tudela y exsenadora. Y un tercer bloque reserva algunos puestos simbólicos para personas conocidas implicadas con el proyecto de Geroa Bai. Ahí destaca el nombre del filósofo Daniel Innerarity, reciente premio nacional de investigación y una referencia en el mundo del pensamiento que apoya la lista desde el número 45. Un puesto antes va el exconsejero de Salud que echó una mano durante la pandemia como rastreador, Fernando Domínguez. Y los últimos puestos son para los consejeros actuales y el alcaldable por Pamplona, Koldo Martínez.

La izquierda aúna fuerzas para evitar otro susto como el de 2019

La voluntad de Contigo Navarra ha sido la de aunar a toda la izquierda alternativa en una lista y así evitar la sangría de votos que a punto estuvo de ser catastrófica en 2019. De ahí que la lista al Parlamento de Navarra de la unión formada por Podemos, Izquierda Unida de Navarra, Batzarre y un grupo de independientes –en el que está el exalcalde de Burlada, Txema Noval, por ejemplo– cuente con representantes de todas las sensibilidades. También de algunos históricos que figuran, casi de forma simbólica, en la lista. Es el caso de Milagros Rubio, durante muchos años referencia de la izquierda ribera –va en el lugar 48–, el jurista y escritor Miguel Izu –número 49– y el exvicepresidente del Gobierno de Navarra, Miguel Laparra, que ya se involucró con la puesta en marcha de la coalición y ahora cierra la lista en el número 50.

El rival de Barcina en 2013 y el último servicio de Bakartxo Ruiz

Ocurre en todos los partidos. Los clásicos que han tenido renombre y son animales políticos nunca se van del todo, y siempre arriman el hombro para cerrar una lista aquí o allá si hace falta. Si el PP tiene a Jaime Ignacio del Burgo –una figura respetable para el votante de derechas–, EH Bildu tiene a Patxi Zabaleta. El histórico político soberanista ocupa el puesto 49, reservado para apuestas simbólicas, para completar la lista de EH Bildu al Parlamento, donde hay otros nombres propios –aparte de los candidatos y un montón de alcaldes de una de las siglas con más presencia municipal en Navarra– que encarnan episodios muy concretos. Por ejemplo, el profesor Juan Carlos Longás, que fue el candidato de Bildu en la moción de censura presentada contra Barcina en 2013 –aquel año de estertor máximo del régimen–, ocupa el puesto número 43. Y en el cierre de la lista figura la que fue candidata en 2019 y que ahora ha anunciado que deja la política para volver a la docencia. Bakartxo Ruiz hace el último servicio a EH Bildu y ocupa el puesto número 50 del partido soberanista.

Fanny Carrillo, de la rebelión a Eguzkilore

 La lista de Eguzkilore sorprendió a la política en vísperas de la presentación de candidaturas. Y todavía causó más sorpresa que uno de los apoyos simbólicos –el del primer suplente– fuese el de Fanny Carrillo, exparlamentaria de Podemos la legislatura pasada. De hecho, fue una de las caras visibles del cisma que partió por la mitad el grupo parlamentario de la formación en la mayor crisis del partido en Navarra. Otro que ha cambiado de partido es Fermín Les, un clásico del partido cannábico que ahora va con Eguzkilore.

Todo queda en la ‘familia’ del PSN

 El PSN es un partido de familias y la lista al Parlamento nunca suele tener muchas revoluciones. Esta es muy parecida a la de 2019. Chivite encabeza un grupo de fieles en el que repiten Ramón Alzórriz –mano derecha de Chivite y discípulo de Santos Cerdán– como número dos, y después los ya clásicos Ainhoa Unzu, Jorge Aguirre, Inma Jurío y Javier Lecumberri. El puesto número siete es para la candidata en Tudela, Olga Chueca. El ocho, para el director general de Administración Local, Jesús María Rodríguez. Y el nueve para la concejala Maite Esporrín, sin sitio tras la designación de Saiz como candidata para Pamplona. El resto de la lista es la de un partido con mucha implantación territorial y que tiene en cada agrupación una serie de familias socialistas de toda la vida. No extraña que esté, en el 33, Belén Cerdán León, hermana de Santos Cerdán.

Esparza, con los suyos a su batalla final

Es posible que el resultado del 28-M sea la clave para el futuro político de Javier Esparza. Necesita un resultado aseado, que el PSOE se caiga en los demás territorios y que Ferraz le eche un cable para poder ser presidente. Pero si no alcanza la presidencia, Esparza tendrá cada vez más difícil continuar al frente de un partido que habría llevado a la oposición en tres ocasiones. Para la batalla final, UPN ha confeccionado una lista con el núcleo duro de Esparza, con su gente de confianza y sin demasiados experimentos. No hay clásicos ni rostros conocidos, aunque Miguel Sanz haya tenido que ser rescatado para completar la lista de Corella. Tras la sangría de afiliados y excargos hacia el PP, Esparza ha dado los puestos de salida a su gente: Marta Álvarez, Yolanda Ibáñez, Valdemoros, Ángel Ansa... Es significativo que su asesora, Cristina López Mañero, figure en el 13 –el que UPN cree que será el suelo. Y que otro de sus supuestos alfiles, Patxi Pérez, figure en un puesto tan lejano como el 19.