Obviando la hegemonía de Red Bull, la gran novedad en forma de revolución de la cita anterior fue Mercedes, que alcanzó un doble podio como síntoma del progreso. Por contra, Aston Martin cayó posiciones respecto a los resultados anteriores; Fernando Alonso se bajó del podio por primera vez en la temporada. “Creo que es una carrera, en Canadá los machacamos”, bromeó el asturiano, que encajó la séptima posición de Barcelona como algo pasajero, mostrándose esperanzado con las posibilidades de optimizar el coche. De cara al Gran Premio de Canadá llegaron novedades para Aston Martin, como las habrá en Gran Bretaña. Y la evolución resultó efectiva: la escudería británica recuperó la condición de segundo coche más rápido, en detrimento de Mercedes.

Max Verstappen prolongó la jerarquía de Red Bull con una nueva victoria; ya son ocho de ocho posibles para los monoplazas energéticos. Si bien, la superioridad no fue tan autoritaria como en ocasiones anteriores. Es complicado evaluar la parte del mérito correspondiente al piloto y al coche, pero en el caso del campeón un termómetro puede ser su compañero de equipo. Verstappen es el primer piloto que firma tres poles seguidas mientras su compañero no accede al Top 10 (en Mónaco 1º-20º; en Barcelona 1º-11º; en Canadá 1º-12º). En carrera, Verstappen ha sumado cuatro triunfos consecutivos –en total seis en ocho pruebas– y Sergio Pérez ha logrado un segundo puesto, un decimosexto, un cuarto y un sexto, resultados hacen que el campeonato se ponga muy favorable para Mad Max. El mexicano no es el mismo del inicio del curso, cuando mostraba solidez.

Pese a que la diferencia no fue la de otros días, nadie intimidó a Verstappen. Solo un ave o él mismo pudieron comprometer un nuevo éxito. “Creo que he golpeado a un pájaro”, reportó por radio, liderando sin fisuras. Detrás, Lewis Hamilton se protegía de Alonso tras auparse a la segunda plaza en la salida. Y el asturiano también debía defenderse de George Russell, porque estos tres pilotos se debatían por dos peldaños del podio y rodaban a distancia de DRS.

Russell dio muestras de la exigencia cuando entró colado en una chicane para salir descolocado, patinar y estrellarse contra el muro haciendo estallar la rueda trasera derecha. Pese a que regresó a pista, el británico terminaría conduciendo su coche al garaje, con problemas irreversibles. Entonces Alonso se olvidó de protegerse, se focalizó en el segundo lugar de Hamilton y en la vuelta 22 obtuvo la recompensa al empeño. El asturiano se apoyó en el impulso del DRS y ganó segunda la posición.

Alonso lanza una moneda al aire buscando la victoria

“Quiero ganar esta carrera”, llegó a pronunciar Alonso cuando tocaba gestionar neumáticos, habiendo completado la segunda de las dos paradas previstas, con goma dura para el último stint. Rodaba con cinco segundos de desventaja respecto a Verstappen, pero quería imprimir ritmo para tratar de tensionar al neerlandés. El circuito Gilles Villeneuve permitía a los pilotos exprimir el potencial de sus monoplazas, porque la degradación no era exagerada. En el caso de Alonso, optó por montar un compuesto diferente al medio que calzó Verstappen y también Hamilton. Fue lanzar una moneda al aire, hacer algo diferente por si sonaba la flauta.

De pronto, Hamilton comenzó a recortar la diferencia de cuatro segundos con Alonso. La pugna por la segunda posición cobraba ardor. En la vuelta 61 de las 70 acordadas, cuando el británico estaba ya a casi un segundo y medio del asturiano, desde Mercedes informaron: “Parece que Fernando está manejando un problema de freno trasero”. Hamilton parecía oler sangre. “Dejádmelo a mí”, respondió Alonso a sus ingenieros, cuando trataban de ayudarle. 

El orden de las posiciones posteriores a Verstappen estaba entre Alonso y Hamilton, porque los Ferrari, cuarto –Charles Leclerc– y quinto –Carlos Sainz–, no gozaban de opciones de podio salvo error ajeno, como el que pudo cometer Verstappen al comerse el piano. “Casi hago K.O. yo mismo”, dijo con guasa Max. En su garaje, no obstante, estarían temblando ante la acción, porque la panza del coche sacó chispas. 

Los Ferrari, que partían décimo y undécimo, se beneficiaron de una estrategia de una sola parada, al igual que Sergio Pérez, que escaló desde el duodécimo puesto hasta el sexto.  

Verstappen iguala a Senna

Salvo los dos incidentes reportados por Verstappen, se impuso sin sobresaltos. Sin tanta ventaja, pero sin oposición. Rubricó la victoria número 100 de Red Bull en la Fórmula 1; la número 41 a nivel personal, para igualar a Ayrton Senna. Mad Max amplía su ventaja desde los 53 puntos a los 69 sobre Pérez. Alonso, por su parte, a golpe de ritmo cortó rápido las alas de Hamilton, que aceptó la tercera posición. El asturiano se queda a 9 puntos de la segunda posición del campeonato de Pérez. “Esperábamos plantar más cara a Max”, lamentó Alonso, eterno inconformista.