Parecía cuestión de tiempo que en Donostia - San Sebastián se juntasen las dos tradiciones: los pintxos y los helados. Sin embargo, a nadie se le había ocurrido, hasta el momento.

Desde finales del pasado mes de junio, el nuevo comercio Geuria Merkatua, con entradas por el Boulevard y por la plaza de Sarriegi, incluye entre su amplia oferta de productos, todos ellos locales, una carta con cinco pintxos de helado, todos elaborados con la leche de la marca Mahala, producida en un caserío de Leaburu, al igual que el resto de productos lácteos de la tienda.

El bocado denominado Donostia es uno de los cinco que componen la carta pintxos de helado disponibles en la tienda. Alude a la tarta de queso que tanta fama ha obtenido en los últimos tiempos y está compuesto por helado de queso, mermelada de moras de Mutriku, galleta de mantequilla de Ujué y flores de Getaria. 

El pintxo Irulegi, por su parte, es de helado de chocolate, mermelada de naranja de Mutriku, naranja confitada y cigarrillo de Tolosa. El llamado Errezil es helado de yogur con mermelada de manzana de Errezil, nueces de Sesma, miel de Getaria y teja de Tolosa.

Pintxo de helado denominado Donostia. Ruben Plaza

El pintxo de helado Tolosaldea, comarca en la que se asienta Leaburu, es de helado de avellana, brownie de Tolosa y avellanas caramelizadas de Donostia. El quinto pintxo, denominado Mahala, como la marca, es un combinado con flan de queso con helado del mismo producto.

El comercio recientemente abierto en Donostia está implantado hace diez años en Bilbao, aunque el formato de la tienda es diferente al de Donostia. La encargada del comercio, Izaskun Urdanpilleta, explica que en la tienda donostiarra existen otro tipo de productos, aunque, al igual que en la de Bilbao, son todos ellos recogidos y producidos lo más cerca posible. "Todo lo que tenemos está hecho en Gipuzkoa o, abriendo el abanico, al resto de territorios vascos", explica la comerciante.

Además de los pintxos de helado, también se venden los clásicos helados de bola o en tarrina, elaborados por ellos mismos, con distintos sabores y la leche de la marca asociada.

La tienda ofrece igualmente al cliente comida casera cocinada, como albóndigas y otras cazuelas de guisos variados, que se pueden adquirir a peso o en bandejas herméticamente cerradas con su fecha de caducidad. Las raciones para una persona están especialmente preparadas para los numerosos vecinos que residen sin compañía.

Otras zonas del comercio ofrecen verduras del caserío ecológicas y otros productos creados en cercanía.