“Gracias a Montero” – Nos habían asegurado que era muy improbable que ocurriera, pero los teletipos escupieron la última hora a media mañana de ayer: Uno de los miembros de La Manada, el que atiende por Ángel Boza, ha visto cómo el Tribunal Superior de Justicia de Navarra le ha rebajado la pena de 15 a 14 años de cárcel en virtud de la aplicación de la ley del ‘Solo sí es sí’. Le faltó tiempo al inefable abogado del depredador, Agustín Martínez, para felicitar a la ministra de Igualdad en funciones del gobierno español, Irene Montero, por “haber conseguido bajar la pena” de su cliente. De propina, le dio las gracias y terminó adornándose calificando la ley como “un canto a la justicia poética o a la torpeza máxima”.

“Protege al agresor” – Es imposible que unas declaraciones tan repugnantes no nos pongan la sangre en el punto de ebullición. Pero lo terrible es que a este individuo al que no calificaré para no acabar emplumado le hayan servido en bandeja la oportunidad para marcarse esa chulería indecente. Lo diga Agamenón o lo diga su porquero, esa norma se ha demostrado como uno de los mayores fiascos legislativos de los últimos tiempos. Y eso ya no lo dicen el tal Martínez, Santiago Abascal, Díaz Ayuso o Núñez Feijóo, ni cualquiera de los hiperventilados portavoces de la derecha extrema o extremísima. Ayer mismo escuchamos a Teresa Hermida, abogada de la joven violada por Boza y sus amigos en Iruña, proclamar alto y claro que en ningún caso se puede echar la culpa a los tribunales sino a la ley. “Nació para lograr una protección integral de las derechos de la víctima pero esa brecha jurídica genera una realidad que no deseamos: protege el derecho del agresor y no de la víctima”, lamentó contundentemente la letrada, que, obviamente, está fuera de cualquier sospecha de ser connivente con el heteropatriarcado.

“Rubiales con toga” – Claro que, aunque con esta, vayan casi 1.400 rebajas de condena, lo más fácil sigue siendo tirar de exabrupto facilón. Es lo que hizo ayer en redes sociales el antiguo portavoz de Podemos Pablo Echenique, que escupió en sus redes sociales: “Los Rubiales con toga del Tribunal Superior de Justicia de Navarra han decidido rebajarle la pena a uno de los violadores de La Manada”. Y como todavía le parecía poco, remató así: “Y no porque lo obligue ninguna ley ni ninguna jurisprudencia –como explica muy bien el voto particular– sino porque les ha dado la gana”. El citado voto particular, totalmente respetable, no dice eso ni de lejos. Luego el tipo se preguntará por qué está fuera de la política.