No hay que escarbar demasiado para encontrar alicientes en el Abierto de Australia que, por primera vez en su historia, añade un día más de competición y comenzará este domingo en el Melbourne Park. Novak Djokovic, ganador de diez ediciones del primer Grand Slam del año, tiene la oportunidad de convertirse en el primer deportista, hombre y mujer, que coloca veinticinco grandes en su palmarés. Ahora mismo el serbio está igualado con Margaret Court, australiana ella, y una nueva victoria supondría llegar a un registro de tintes míticos y seguramente inalcanzable en un año en el que, al final, quizás puede producirse un definitivo cambio de ciclo por pura ley de vida

Rafa Nadal se perderá la cita australiana y su carrera está sujeta a lo que dicta su desgastado cuerpo. En el caso de Djokovic, todo depende de su motivación y esta sigue siendo alta, pese a que apenas le quedan ya marcas por batir en su deporte. Ganar el oro olímpico es una de ellas, aunque para eso toca esperar hasta el verano. “Los Grand Slams y los Juegos de París son mis grandes objetivos”, asegura el número 1 del mundo, que sin embargo reconoce en los medios de su país que cada vez se la hace más difícil alejarse de su familia. “Pero aún tengo hambre competitiva y puedo correr durante horas”, advierte, con el pleno convencimiento de que no será su físico lo que le retire.

Obviamente, Novak Djokovic es de nuevo el gran favorito para levantar su undécimo título en Melbourne porque el año pasado solo Carlos Alcaraz fue capaz de ganarle en un partido a cinco sets. Parece que las molestias en la muñeca que le llevaron a la derrota ante Alex de Minaur en la United Cup no son un problema, por lo que el tenista de Belgrado busca otra vez enemigos que le puedan hacerle sombra en su territorio favorito.

Hay que mirar a Alcaraz, que apenas ha competido en estas semanas iniciales del año y llega con un escaso rodaje a un torneo que hace un año se perdió por lesión. El murciano ha apuntado que su objetivo de 2024 está en los Juegos de París, quizás como una forma de sacarse de encima esa presión de tener que ser siempre el principal opositor de Djokovic. Realmente, tampoco hay mucho más y el tercero en discordia en este Abierto de Australia debe ser Jannick Sinner, el italiano que se lució en el tramo final de 2023 con su final de las Finales ATP ante Djokovic y el título de la Copa Davis con su país. El tenista sudtirolés va por el lado del cuadro del serbio por lo que ambos salen del camino de Alcaraz que, sin embargo, podría vérselas en cuartos de final con Alexander Zverev y en semifinales con Daniil Medvedev, que ya le derrotó en esa misma instancia en el US Open.

CAMPEONAS DE REGRESO

En el cuadro femenino, Aryna Sabalenka defiende el título con las credenciales de ser una gran especialista en ls pista rápida y de haber llegado a semifinales en los cuatro grandes el año pasado. Elena Rybakina, la subcampeona, puede ser de nuevo su gran rival con permiso de Iga Swiatek, la número 1 del mundo, y de Coco Gauff, ganadora del US Open. Como siempre, cabe esperar alguna sorpresa entre las mujeres en un torneo al que regresan dos ex campeonas tras estar fuera de las pistas por maternidad: la alemana Angelique Kerber y la japonesa Naomi Osaka. Otra de las grandes de la última década, Petra Kvitova, hace el camino inverso ya que la veterana checa ha anunciado que va a ser madre en verano.

Será este otro Grand Slam sin Garbiñe Muguruza, cuya vuelta al tenis parece cada vez más improbable, mientras que Paula Badosa espera recuperar su mejor nivel tras superar una complicada lesión vertebral que le ha hecho caer en el ranking más allá del puesto 70.