Los precios de la gasolina y el gasóleo han encadenado varias semanas se subidas coincidiendo con el segundo aniversario de la guerra en Ucrania sumándose a la senda alcista con la que empezó el año, aunque lejos de los máximos alcanzados en verano de 2022, cuando ambos combustibles superaron los dos euros el litro.

Pese a ello siguen siendo entre 10 y 20 céntimos más bajos que la media de la Unión Europea.

El nuevo encarecimiento de los combustibles hace que muchos consumidores miren las opciones que tienen a mano y se decidan por las gasolineras tradicionales o de marca y las gasolineras baratas o low cost.

Precisamente este tipo de estaciones de servicio de bajo coste son lasque más han crecido durante 2023 y ya representan el 45 % de la red española frente al 44% de las estaciones tradicionales como Repsol, Cepsa, BP o Galp, según un informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) sobre el sector.

Este auge de las gasolineras baratas pone en evidencia hacia donde transitan las tendencias del consumo en España y las preferencias de los conductores hacia unas estaciones de servicio que pueden ofertar unos precios entre 10 y 20 céntimos de euro más baratos (ajustando al límite sus márgenes de beneficio) que las de marca, que suelen bonificar a sus clientes habituales con interesantes programas de fidelización.

Con este panorama sigue reabierto el debate entre muchos automovilistas sobre si se puede confiar en las gasolineras baratas como en las operadas por una compañía petrolífera.

El mercado parece que lo tiene claro, pero en el imaginario colectivo de muchos conductores hay todavía muchos mitos y dudas en torno al combustible barato, como si es malo o peor que el de las otras gasolineras, o si puede dañar el motor de tu vehículo.

Diferencia de precios

La diferencia en el precio del combustible entre una gasolinera premium, o convencional, y una barata puede oscilar hasta los 20 céntimos por litro, siendo este el principales atractivo para el cliente. Estas consiguen precios más competitivos ajustando márgenes por la gran cantidad de combustible que venden y reduciendo costes al máximo.

La calidad

Esto no tiene que ser un problema a la hora de elegir, ya que todo el combustible que se vende en España proviene de las mismas refinerías. En ellas el tratamiento es exactamente el mismo, siguiendo unos estándares de calidad bien definidos por las autoridades. Tras el tratamiento que se le aplica en las refinerías se distribuye a los diferentes centros logísticos de CLH (Compañía Logística de Hidrocarburos), donde se almacena en grandes depósitos y que se encargan de distribuir tanto a las grandes marcas en los que irán a repostar las distintas marcas como Cepsa, Repsol, Campsa, Shell, Galp o BP. Y también las gasolineras de bajo coste.

Por eso el combustible de las grandes marcas y el de bajo coste es exactamente el mismo. No hay ninguna diferencia. La única son los aditivos químicos que añaden algunas marcas para darle valor añadido a sus combustibles y, según nos recuerdan constantemente, mejorar la duración y el funcionamiento del motor de nuestro coche porque consiguen mantener los conductos limpios, aumentar la eficacia de la combustión o mejorar la inyección. Y eso, claro, tiene un precio que pagamos en los surtidores.

Las gasolineras de bajo coste, en general, no añaden aditivos y ofrecen a sus clientes un combustible de buena calidad, la misma que las otras, y que cumple todos los estándares legales.

Otra de las razones que abarata el combustible es que en las estaciones low cost los gastos de mantenimiento son menores porque tienen menos personal o ninguno (la mayoría son autoservicio), no hay tienda incorporada, tampoco otros servicios como túnel de lavado y el gasto en marketing y/o publicidad es inexistente. Todos estos servicios acaban repercutiendo en el coste total de la estación de servicio. La logística de las low cost es mucho menor y, por lo tanto, mas barata.

También hay que desterrar el mito de que repostar en gasolineras de bajo coste precio es perjudicial para nuestro vehículo o provoca más averías. Porque que tanto el diésel como la gasolina que sale de los centros CHL es de buena calidad y está totalmente recomendado para el vehículo.

Al final tú eres el que decides: precio bajo sobre todo o más caro pero con aditivos y más servicios.