Las autoridades de Tailandia han localizado la cápsula con cesio-137 que desapareció en febrero, aunque han dado por controlada la radiactividad que se habría generado en la zona donde ha sido hallada, ante el temor a una fuga descontrolada del material contenido en ella.

El cilindro, de 25 kilos, llevaba desaparecido supuestamente desde el 23 de febrero, aunque no se tuvo constancia de su pérdida hasta el 10 de marzo, cuando saltaron todas las alarmas. La semana pasada, la Policía ofreció una recompensa para tratar de esclarecer este caso.

Un rastro de radiación detectado por una fundición de acero en la región de Prachin Buri, en el este de Tailandia, ha permitido dar durante el fin de semana con el paradero de la cápsula. Las instalaciones han quedado cerradas como medida de precaución, a la espera de estudiar las posibles afectaciones, según 'The Bangkok Post'.

Las primeras pesquisas apuntan a la destrucción del cilindro, posiblemente fundido, pero el Gobierno no ha detectado por ahora ningún problema de salud asociado a la posible radiación. Un experto de la oficina que regula la investigación nuclear, Kitkawin Aramrun, ha explicado junto a autoridades que no se ha detectado contaminación en un radio de cinco kilómetros en torno a la planta.

Paralelamente a estos análisis, avanzan también las investigaciones relativas a la desaparición en sí del cilindro. La Policía ha confirmado este lunes que la empresa responsable de la planta será acusada por su demora al notificar la pérdida del material, lo que puede conllevar una pena de hasta un año de cárcel, según la agencia Bloomberg.