Por mucho que cuides tu piel con mimo, sigas una rutina de belleza al pie de la letra o pruebes todo tipo de tratamientos rejuvenecedores, el maquillaje puede jugarte una mala pasada si no lo usas bien. Y lo peor de todo es que muchos de estos errores pasan desapercibidos hasta el momento en el que te miras al espejo y te das cuenta de que algo no está bien.
Malas prácticas
La finalidad del maquillaje es verse más favorecido, pero si se usa mal solo consigue sumar años sin que uno se dé cuenta. A continuación repasamos algunos de los errores más frecuentes que se suelen cometer.
1- Inadecuada preparación de la piel
A menudo se cree que la base de maquillaje ya hidrata lo suficiente; sin embargo, la piel necesita una hidratación previa para que el maquillaje no se vea apagado ni agrietado. Una buena crema hidratante y un protector solar son indispensables para empezar.
2- Usar demasiado producto
Aplicar la base y el corrector en exceso hace que se acumule en las líneas de expresión, pliegues o arrugas, acentuándolos con el paso de las horas. La clave está en aplicar capas finas y bien difuminadas, y solo donde sea necesario.
3- Elegir mal la base y el corrector
Las pieles maduras suelen ser más secas, por lo que hay que evitar usar en ellas productos para pieles grasas que acabarán cuarteándose en la piel y causando un efecto máscara. Lo ideal son las texturas ligeras, hidratantes y luminosas del mismo tono que la piel; ni más claro, ni más oscuro.
4- Abusar de los polvos translúcidos
Aunque los polvos translúcidos sellan y matifican, en pieles maduras pueden resecar y marcar más las arrugas. Deben usarse en muy poca cantidad para lograr un acabado natural. Lo ideal es terminar con un spray fijador para integrar todo y evitar el efecto empolvado.
5- Lápices poco consistentes
El delineador graso queda bien al aplicarlo, pero con las horas se mezcla con el sebo natural de la piel, bajando hacia la ojera y provocando una mirada cansada. Usar productos waterproof o de larga duración y una prebase de ojos para fijar sombras y delineados mejora el resultado.
6- Exagerar con el colorete
El colorete es clave para un efecto buena cara, pero si se usa mal puede acabar en desastre; aplicado en exceso, terminará instalado en las arrugas. Lo mejor es elegir tonos suaves (rosados o melocotón) y aplicarlo en la parte alta de los pómulos con brochas adecuadas.
7- No usar las herramientas correctas
Saber cómo aplicar cada producto es tan importante como el producto en sí. Si no se usan las herramientas adecuadas o están sucias, el producto no se difumina bien y el maquillaje se verá artificial. Es recomendable probar diferentes técnicas y herramientas hasta dar con la que mejor le funcione a cada uno.
8- Combinar ojos marcados con labios fuertes
La combinación de ojos oscuros y labios de un color intenso lo único que hace es añadir dureza y años al rostro. Mejor destacar solo uno de los dos.
9- Sombras brillantes y tonos marrones
Las sombras con glitter o los tonos marrones oscuros tienden a acentuar arrugas y líneas de expresión. Optar por sombras mate en tonos cálidos como rosados, coral o melocotón, dan luz y suavizan la mirada.
10- Labios oscuros y sin definición
Los labiales oscuros empequeñecen la boca y endurecen el rostro. En su lugar, mejor escoger tonos empolvados, rosados o corales y aplicar un toque de gloss en el centro de los labios para dar volumen y frescura.
Menos es más
Como en otros muchos aspectos de la estética, también en maquillaje se cumple la máxima de menos es más , sobre todo si se busca una apariencia más juvenil. Realzar los rasgos sin camuflarlos, apostar por acabados luminosos y naturales, y evitar los excesos, además de elevar la belleza, también quitará años de encima.