El expresidente Jair Bolsonaro tildó de "politiquero" y "malintencionado" el juicio que comenzó este jueves en el Tribunal Superior Electoral (TSE), en el que es acusado de supuesto abuso de poder y, en caso de ser condenado, puede ser inhabilitado.

"Hoy, como ustedes saben, comienza mi juicio político, o mejor politiquero, y malintencionado por parte de algunos. No estoy atacando al TSE, pero la fundamentación es una cosa inverosímil: reunirse con embajadores", afirmó el líder ultraderechista en un acto con transportistas en Porto Alegre, en el sur del país.

El exmandatario (2019-2022) se trasladó a la capital del estado de Rio Grande do Sul el mismo día en que comenzó un juicio en la corte electoral que puede definir su futuro político de cara a próximas elecciones.

El punto central de la acusación es una reunión que Bolsonaro convocó en la residencia oficial de la Presidencia con medio centenar de embajadores extranjeros el 18 de julio de 2022 para descalificar el sistema electoral y la propia democracia.

Ese encuentro, en el que el entonces mandatario vertió sospechas infundadas sobre las urnas electrónicas que Brasil usa sin denuncias de fraude desde 1996, fue transmitido por la televisión pública y las redes sociales del capitán de la reserva del Ejército.

Bolsonaro acabaría perdiendo las elecciones de octubre de ese año por un estrecho margen ante el progresista Luiz Inácio Lula da Silva, que asumió el poder el 1 de enero.

"Democracia es libertad para hablar, criticar, contestar. Hoy uno dice algunas palabras y se va detenido, como hablar sobre las urnas o las vacunas", declaró este jueves después de alertar de que algunos quieren "cercenar la libertad".

El líder de la ultraderecha brasileña también se solidarizó con los "hermanos" que están en prisión en Brasilia por invadir y destrozar las sedes de la Presidencia, el Congreso y la Corte Suprema el pasado 8 de enero, cuando miles de sus seguidores intentaron forzar el derrocamiento de Lula y devolverle al poder.

"Tenemos hermanos presos en Brasilia, gente mal juzgada, y el poder que tendría que tener equilibrio, demuestra no tener ese equilibrio", afirmó sin detallar si hablaba del Ejecutivo, el Legislativo o el Judicial.

Asimismo, aprovechó para atacar al presidente Lula y reivindicar sus cuatro años de gestión.

"Despertamos el sentimiento del pueblo brasileño de creer en nuestro país, de emocionarse con el himno, con la bandera", expuso en su discurso, en el que también mencionó pasajes bíblicos.

"No hay comparación entre nosotros. Nosotros pensamos en el futuro de nuestro país. Nuestro proyecto no es de poder, es de servir", aseguró.