La paralización de las obras del frontón Lizarra por parte del equipo de Gobierno fue el punto que más controversias despertó en el pleno de ayer. Una sesión que se convirtió en extraordinaria al sustituir a la relegada el pasado 17 de septiembre. Y es que la paralización de la demolición de buena parte del viejo frontón, ha despertado todo tipo de interpretaciones en la ciudad. Un tema que apareció al final, en el turno de ruegos y preguntas a petición de EH Bildu. VER EL PLENO COMPLETO

Así, Koldo Leoz explicó la evolución del proyecto aprobado la pasada legislatura y que contara con la “participación de la ciudadanía” que aportó su visión en varias reuniones participativas. Leoz reprochó a la alcaldesa, Marta Ruiz de Alda (UPN), de paralizarlo “de manera unilateral”. También acusó a la primera edil de no contestar a las numerosas alegaciones presentadas, tanto por su grupo como las de muchos vecinos y vecinas de el barrio y de Estella-Lizarra. Leoz insistió en que la alcaldesa, no tuviera en cuenta en su decisión de todas las horas de trabajos y otras aportaciones que estimó “sumarían más de 55.000 euros”. También le requirió que es “usted quien debe justificar los motivos para paralizar unas obras que son de interés público”.

Por su parte, Marta Ruiz de Alda aseguró que sólo había paralizado el derribo y que había que ver el proyecto de “una manera global”. “La paralización de las obras es por responsabilidad pero tenemos que decidir entre todos las grupos y les emplazo a ello: ver lo que se puede salvar o no y hasta el equipo redactor está dispuesto a replantear el tema”.

En tono conciliador, la concejala de Geroa Bai, Blanca Regúlez, planteó que era “necesario trabajar en buscar una solución conjunta” para hacer una intervención que beneficiara tanto al barrio de Lizarra como al de San Miguel y lo Viejo. En este sentido, propuso la creación de un grupo de trabajo “y escuchar a todas las personas afectas por esa actuación”. Por su parte, el portavoz del PSN, Fran Moleón insistió en la urgencia de una decisión: “Lizarra necesita una solución. En el proyecto anterior hubo improvisación. Nosotros apostamos por una plaza abierta con un aparcamiento subterráneo”.

Finalmente, Koldo Leoz apremió a la alcaldesa para que “no firme la resolución del contrato de derribo porque eso supondrá tener que comenzar de cero”. Con todo, la última intervención fue para el presidente de la asociación de vecinos y vecinas de Lizarra, quien advirtió del peligro que corre el frontón “porque si una parte de él no tiene sus cimientos apoyados en roca tampoco la urbanización, con el peligro que conlleva para los inmuebles”. También recordó el abandono histórico del barrio “que tiene seguramente la mayor densidad demográfica por habitante de Estella y no cuenta con zonas verdes, ni servicios por lo que “estamos obligados a bajar a Estella”.