Silvia Gambarte Garcés celebró su siglo de existencia rodeada de quien más la quiere. Su familia nos recibió con una sonrisa y un “almuercico” en su casa de la calle San Pedro. Según nos contaron, a pesar de que cumplió los años el 3 de este mes, la quedada familiar fue el 30 de septiembre. Aquel día, en el patio canturrearon los boleros y las rancheras que tanto le gustan a la centenaria y a su difunto marido, Pedro Olcoz, cuyo chorro de voz tapaba a todos los demás cuando se ponía a echarse jotas y tangos.

Sus hijos, Pedro y María Jesús (faltaba Juan que vive en Madrid), nos cuentan que Silvia siempre se ha dedicado de pleno al cuidado de su familia, no solo de sus tres hijos y cuatro nietos, sino también de sus padres, que los cuidó conviviendo con ellos hasta que fallecieron.

Tafallesa y San Pedrera de pura cepa (la familia Gambarte tiene origen tafallés desde 1780), hasta hace tres años hacía vida normal, pero por lo visto, aunque sigue reconociendo a las personas, ahora le ha dado por no hablar. Pero come bien, duerme mejor y no tiene dolores ni toma pastillas. Sus grandes aficiones han sido “coser y cantar” y las novelas de antaño de la televisión.

Como curiosidad, en el Ayuntamiento constaba que había nacido un año más tarde, en 1924, pero parece ser que aquel documento no se redactó muy bien, ya que su partida de bautismo confirma, tal y como ella siempre ha recalcado, que nació en 1923. Xabier Alcuaz, el alcalde y Gontzal Ibarrola, concejal de Servicios Sociales, le hicieron entrega de un ramo de flores que la cumpleañera recibió con una sonrisa.

Una mañica en Tafalla

El mismo día, alcalde y concejal visitaron a Carmen Arjol Laplaza, que cumplió los 100 años el primero de noviembre. En su casa de la calle Felipe Gorriti se mostraba alegre de celebrar junto a su familia su bien llevado centenario. Sin ayuda de ninguna pastilla y con el simple apoyo de un bastón, Carmen se vale para llevar una vida autosuficiente de una forma prodigiosa.

Centenaria Carmen Arjol Endika Iriso

Natural de Castejón de Valdejasa (Zaragoza), vive en Tafalla desde el año 2010, fecha en que falleció su marido Blas. Desde mueta se dedicó a trabajar en el campo, ayudando a sus padres junto a sus dos hermanas en la viña y los campos de trigo o cebada. Después trabajó en la cría de cerdos, ya que compraron dos cerdas para alimentar con parte de la cosecha que se recogía en el campo. También sirviendo en alguna que otra casa, allá donde la mandaban.

Dice que no sabe cual es el secreto de su longevidad, aunque sus hermanas también pasaron de los 90. Tiene dos hijos (Sara y Luis), tres nietos (Sara, Amaia y Ana) y tres viznietos (Uxue, Aimar y Leire). Sin duda, su buen estado físico y mental es digno de reconocer.