Era un proyecto con el que contaban hace más de una década (en 2013) y que se quedó aparcado, pero este 2024, en concreto desde el 15 de enero, los niños y niñas de Sesma gozan de un nuevo colegio que ayer se inauguró de forma oficial y que soluciona importantes problemas de espacio (había aulas partidas en dos) y de accesibilidad (no había ascensor y los baños estaban en las entre plantas). Con una inversión de 3,1 millones de euros, de los que parte han sido financiados con los Fondos REACT de la Unión Europea, un total de 116 txikis se formarán lo que resta de curso ya en el nuevo centro Virgen de Nievas.

Hasta la localidad ribera, para ver el resultado de las obras, se acercaron ayer, entre otros, la presidenta de Navarra, María Chivite; el consejero de Educación, Carlos Gimeno; la delegación del Gobierno en Navarra, Alicia Echeverría; y el alcalde de Sesma, Pedro Mangado.

El inmueble, situado junto a la zona deportiva y recreativa, se ha construido mediante el procedimiento Passivhaus y cumple con los requisitos y estándares de ECCN (Edificio de Consumo Casi Nulo). “Se trata de un edificio con planta rectangular, de sencilla volumetría, donde predomina la composición horizontal. Cuenta con una superficie construida total de 2.056,90 metros cuadrados. La zona central de la planta baja alberga el aulario de Infantil y la zona de administración, y en el extremo se ubica el gimnasio. En la planta primera es donde están las aulas de Educación Primaria”, explicaron durante la visita. Además, “el proyecto sitúa el edificio en la parte alejada del vial de acceso, ubicando en la zona delantera el patio y la entrada al centro. El patio exterior cuenta con una superficie cubierta con un amplio porche en planta baja, una zona verde con arbolado y un área prevista para huerto escolar”.

Escuela pública rural

De acuerdo con Chivite, esta notable mejora “va a contribuir a una mayor motivación de sus usuarios” y, además, “esta es una clara apuesta por la escuela pública rural, una política que revierte en una mayor cohesión social y territorial, y que ayuda a combatir los índices de despoblación que sufren muchos de nuestros pueblos”.

De la misma opinión fue Echeverría, que recordó que el nuevo edificio “resuelve problemas de espacios” y reiteró que “invertir en infraestructura educativa es fundamental”.

Por último, el alcalde Pedro Mangado, acompañado por buena parte de la corporación municipal, y tras años de demandas y peticiones, no podía sino mostrarse orgulloso de lo conseguido y agradecido. “Espero que estén encantados aquí; la educación es un tema muy importante para la integración y la convivencia, y aquí es donde se asientan las bases”.

Comunidad educativa

El colegio cuenta con 11 grupos que cursan los tres modelos educativos que se ofrecen en la Comunidad foral: A, G y D. De acuerdo con Begoña Arnedo, directora del centro, y con Almudena Ferreri, jefa de estudios, “este centro facilita la labor pedagógica de sus maestras y maestros, el aprendizaje de su alumnado, y la seguridad y accesibilidad de toda la comunidad educativa. Invertir en escuela pública es contribuir en la construcción de una sociedad más equitativa, igualitaria y democrática y, en este caso, asegura la supervivencia de nuestros pueblos”.

Con en torno a un 60% de alumnado inmigrante, destacaron que “en este colegio podremos trabajar dinámicas internivelares y, además, haremos mucho uso de la biblioteca, que antes no teníamos”.

El feedback de los txikis al entrar al nuevo centro, concluían, “fue de lo más natural. Les grabamos para ver sus reacciones, pero fue como si nada; están encantados”.

El antiguo colegio

El viejo colegio, eso sí, no se va a quedar en desuso y es que, tal y como desveló Mangado, la idea es trasladar este mismo curso si es posible allí la escuela de 0 a 3 años, actualmente en los bajos del ayuntamiento, y llevar también la ludoteca y la escuela de música, entre otras actividades. Además, en la segunda planta quieren habilitar salas para que se puedan reunir allá las diversas asociaciones.