Momotxorro, la principal figura del carnaval de Altsasu, se ha convertido en seña de identidad de los y las altsasuarras desde que fuera recuperada en 1982. También, Sorgiña, su contrapunto femenino que enriqueció esta fiesta declarada de interés turístico de Navarra. Además, su magia vuelve en las principales celebraciones de la villa en forma de gigantes. Ahora llega a las manos de txikis y mayores en una reproducción en goma a pequeña escala de estas figuras.
“La demanda ha sido impresionante desde el primer día”, apunta Helena Aldasoro, de Librería Arkatz de Altsasu, donde se pueden adquirir las figuras al precio de 19,95 euros cada una. También en Regalos Olentzero, emblemática tienda de la calle Estafeta, y online en www.olentzeroa.com. Y es que Momotxorro y Sorgiña cogieron forma en esta empresa, homologadas como juguete infantil por la CEE, con pinturas no tóxicas para tranquilidad de padres y madres.
Son la versión reducida de las figuras que creó Aitor Calleja en 2022 y que sustituyeron al Momotxorro y Sorgiña que echaron a andar a principios de los 90 para acompañar a los reyes cristianos o moros, e incluso las dos parejas de los años 40, según la disponibilidad de porteadores. Los reyes de cartón piedra fueron sustituidos por Kinto y Kinta, otros dos personajes que forman parte da la identidad altsasuarra.
La presentación de las figuras de goma fue hace unos días, el sábado 13, en un acto festivo en la explanada de Iortia con hinchables, manualidades y música entre otras propuestas. “Fue una fiesta digna con entrada libre gracias al dinero que hemos conseguido con la venta de camisetas y libros para colorear”, apunta Helena Aldasoro, al tiempo que destaca el trabajo de los voluntarios de Altsasuko Erraldoiak, que dan vida a estas figuras y mantienen viva la llama dentre la chiquillería.
Lo cierto es que también causaron furor las camisetas que se pusieron a la venta en la presentación de las nuevas figuras en 2022, unos días antes de las fiestas. Fue la camiseta reina de aquellas y las ltimas fiestas, sobre todo entre los y las txikis que esperan con ilusión la llegada de los cuatro gigantes de Altsasu y les siguen durante su recorrido. Asimismo, el cuento para colorear tuvo muy buena acogida entre la población infantil, otra manera de cultivar las tradiciones.
