Se acabó el Pilón; y de qué manera. Y es que el ganado de Teodoro Vergara, de Falces, volvió a generar máxima expectación y no defraudó. Sus animales protagonizaron un encierro intrépido, algo accidentado con una cornada de la nº 81 en la cadera derecha a un mozo cerca de la Fuente de los Pajaricos, y muy, muy vistoso. Al corredor, al que bajaron en camilla hasta el puesto de socorro, fue trasladado al hospital. Las vacas no se escaparon, algo con lo que muchos contaban, y varios fueron los mozos que cayeron de forma abrupta en la parte final sin tener que recibir asistencia por parte de la DYA, tal y como informaba Adriana Autor que, recalcó, “estadísticamente estos han sido los mejores Pilones de los últimos años”. Y es que en el cómputo global han atendido a 35 mozos con heridas y abrasiones leves, a un corredor que fue trasladado a Pamplona con un fuerte traumatismo y al varón de ayer con la cornada. La última carrera, que se alargó durante un minuto y ocho segundos, tuvo algún impasse, y es que en un punto, contaba el ganadero local, “se ha puesto una vaca tiesa y ha amagado con escaparse, pero la han reconducido, y luego se han frenado todas por la cogida”.

Valoración sobresaliente

De acuerdo con Teodoro el día de ayer fue “espectacular. Ha sido un encierro bonito a pesar del percance. Creo que las vacas han bajado con alegría, que se ha podido correr, y que ha sido una carrera maja. Lo cierto es que me he redimido del año pasado; se lió mucho y esta vez he buscado que las vacas bajasen”. El martes, tras protagonizar el primero de los dos encierros, explicaba que, salvo cambios, tenía la alineación decidida y, desveló ayer, la mantuvo; han sido cinco jóvenes “para que vayan aprendiendo” y 5 veteranas. “En el recorrido había conmigo seis varas, gente que sabe muy, muy bien, lo que hace, profesionales que se colocaron en puntos estratégicos e hicieron que todo saliese de maravilla”, insistía. En la prueba de ganado, además, todo salió a pedir de boca. “Es un momento que me encanta, me parece tan importante como el Pilón, y eso que ahora la placeta con esos maderos tan altos ha perdido mucho, pero había grandes recortadores, muy, muy buenos, y la gente ha disfrutado”. Vergara, además, aprovechó ese momento para rendirle un pequeño homenaje a su vaca nº 600, “un muy buen animal que tiene 17 años y no sé si volverá a salir; quería que estuviese con los recortadores, que la movieran y y que la gente la viera”. Este animal, cabe recordar, es la que el año pasado, en el primer Pilón, le dio un revolcón a un falcesino sin mayores consecuencias en la parte alta del recorrido y después a otro corredor en la parte baja. “Después de lo que pasó, no la he querido sacar en el Pilón. Esta vez no ha sido ni mejor ni peor que el año pasado; no escucho a nadie y hago lo que me parece y creo que es lo mejor para mi pueblo porque esto es un gran escaparate. Intento equilibrar; que se pueda correr, que no se escapen, que haya emoción, que no haya incidentes, etc, etc, etc, pero es muy, muy difícil”, concluía.

Protección civil

Quienes han estado todos los días al pie del cañón, además de los efectivos de la DYA, han sido los integrantes de Protección Civil Milagro, unos 20 los días de máxima afluencia, apuntaban, y que han contado con la ayuda de PC Tudela y PC Cintruénigo. Entre sus funciones están el regular entrada de vehículos a Falces junto a Policía Foral (calculan que ha habido más de 10.000 vehículos a lo largo de la semana), gestionar los aparcamientos, controlar el acceso a la zona prensa, informar sobre peligrosidad en la cuesta, ayudar en la evacuación de heridos, controlar la puerta acceso al punto de socorro, evacuar la ladera ante escapada de vacas o caídas al barranco, y asegurar salida de ambulancias, entre otras.