CONCIERTO DE TULSA

Fecha: 09/06/2023. Lugar: Sala Tótem. Incidencias: Concierto de Tulsa acompañada por miembros de la LIPA. Una de las cuatro únicas fechas que ofrecerán.

La última vez Miren Iza (o lo que es lo mismo, Tulsa) visitó Pamplona, fue durante la gira de presentación de su último disco hasta la fecha, Ese éxtasis. Entonces vino con un formato más habitual, pero ahora, en puertas de entregar un nuevo trabajo, vuelve a recalar en Pamplona acompañada por una gran banda formada por miembros del Liverpool Institute for Performing Arts. El motivo de esta peculiar unión es el programa de colaboración que tiene la AIE (Sociedad de Artistas, Intérpretes o Ejecutantes), que este año ha elegido a la guipuzcoana como representante nacional.

Ya desde el comienzo de la actuación pudo percibirse la excelencia sonora, con piezas como Ay o Solo me has rozado. Autorretrato cabalgó a lomos de una ritmo de batería más trotón, y rápidamente se le unió la sección de metales, el órgano y las coristas. Miren tocaba la acústica, siendo la suya, cuando lo hacía, la única guitarra que había sobre el escenario. En el final de esta canción pegaron un acelerón y se emplearon con más contundencia, aunque sin perder la elegancia soulera que caracterizó la velada. Llevar una banda tan grande les daba opciones para cambiar formatos. Así lo hicieron en la siguiente, Pequeñas embestidas, en las que Jerry, el bajista, pasó al frente del escenario para cantar a dúo con Miren, en un divertido y logrado cruce de reproches “Tú nunca serás Françoise Hardy (lo sé) / Y tú, mi amor, nunca serás Alain Delon”.

De nuevo con la formación habitual, se lanzaron a interpretar la canción que acaba de estrenar en plataformas digitales, esa No quiero hacer historia, con toda la carga de profundidad que encierra su texto en lo que promete ser el anticipo de un gran álbum (llevará por título Amadora y se prevé que vea la luz en el próximo otoño). Después, Miren se quedó completamente sola y se sentó al piano para interpretar un par te temas, entre ellos Gran fuerza domadora. Regresaron los músicos a escena y lo hicieron para afrontar la recta final de la actuación. Esta comenzó con la sincopada Centauro, a la que siguió La miel que pudo ser, con el bajo liderando al combo. El saxo tomó el relevo en la sensual apertura de Carretera, de su ya lejano álbum de debut, Solo me has rozado, con el que sorprendió a propios y a extraños y arrancó una de las carreras más interesantes y libres de nuestra música.

Para dar más dinamismo a la actuación, hicieron otro set acústico, esta vez con Miren sola a la guitarra. Fue el momento de Bilbao y Yo no nací así. Los cortes más enérgicos llegaron al final, con piezas como Yo no soy Penélope, Atalaya o, ya en los bises, Los amantes del puente (una de las cimas de la noche y también de su cancionero), y Verano averno, con la banda brindando la exuberancia de los metales, el órgano y los coros. Fue una verdadera suerte que una de las cuatro únicas fechas que tenían programadas pasara por Navarra, porque no es habitual poder disfrutar de una artista como Tulsa con un formato tan lujoso.