Las pensiones han estado siempre en el debate electoral. No en vano, casi 10 millones de los 37,4 que están llamados a votar el domingo cobran algún tipo de prestación por jubilación, incapacidad o viudedad. Motivo, por lo tanto, más que de peso para que todos los gobiernos traten de contentar a un colectivo con capacidad de decantar la balanza en cualquier comicio. Y esto bien lo sabe Sánchez, que este año subió un 8,5% las pensiones contributivas y un 15% las no contributivas. Y también lo sabe Feijóo, que ayer mintió a sabiendas en TVE cuando insistió en que su partido siempre ha incrementado las pensiones en consonancia con la subida de precios. Una afirmación falsa que tuvo la correspondiente réplica de la periodista Silvia Intxaurrondo, quien le recordó que el Gobierno de Rajoy no lo hizo en 2012, 2013 ni 2017, tres años en los que curiosamente no hubo elecciones.

“No sé de dónde saca eso”, respondió malencarado el presidente del PP, quien pidió una rectificación a la entrevistadora “en el caso de que esté en un error”. Se lo dijo con tanta arrogancia que solo le faltó añadir que el lunes deberá coger los bártulos y buscarse otra dedicación en el caso de que los populares ganen las elecciones y se hagan con el control del ente público. Tampoco mencionó Feijóo que cuando Rajoy llegó a Moncloa en la hucha de las pensiones había la cifra récord de 66.815 millones y cuando lo largaron por la puerta de atrás sólo había 3.000.