CONCIERTO DE MALÚ

Fecha: 21/04/2024. Lugar: Baluarte. Incidencias: Lleno, entradas agotadas. Concierto enmarcado en la gira de 25 aniversario de la artista Malú, que repasó sus mayores éxitos.

El Concierto comenzó con exquisita puntualidad. Nueve músicos ofrecieron una introducción musical y, a su término, apareció Malú en el centro de un círculo de luces rojas que había en el fondo del escenario. El espectáculo está diseñado siguiendo el orden cronológico que la madrileña ha seguido en estos veinticinco años, y el primer hit fue aquel inolvidable Aprendiz que le compuso su padrino, Alejandro Sanz, en 1998. Un clásico que bien podría cerrar cualquier concierto, pero que, como la artista no anda escasa de éxitos, se permite el lujo de situarla en la apertura. Siguió con otras canciones de sus primeros discos, como Como una flor o Sin ti todo anda mal. El público las conocía todas, y la efusividad comenzó a desbordarse con Toda, en la que el auditorio al completo se puso en pie para cantar el estribillo junto a Malú.

Aunque esta gira se está desarrollando por recintos de menor aforo que los que suelen ser habituales en ella, no han escatimado en la producción. La escenografía estaba muy cuidada, con bonitos juegos de luces que iban iluminando a la artista, a sus músicos y al público, especialmente en los momentos en los que este más intervenía. Destacó en todo momento la banda, que supo ofrecer la potencia que cada uno de los momentos iba necesitando. En enamorada, se escoraron hacia el jazz latino (con brillante ejecución de metales y percusiones); en la balada Por una vez, arroparon con elegancia a Malú, que la interpretó sentada; y rugieron con todo su empaque en las piezas más arrebatadas, como Si estoy loca o Te conozco desde siempre (esta última la unieron con A esto le llamas amor).

Las giras de grandes éxitos son muy agradecidas para el público, que las disfruta muchísimo, pero bastante ingratas para escribir sobre ellas, pues cuesta destacar un momento sobre el resto en medio de una interminable sucesión de hits. Aun así, lo intentaremos: cuando comenzó Ahora tú, se escucharon varios suspiros extasiados (“¡Ohhhh!”) entre el público; gustó mucho el tramo acústico (en el que sonaron, entre otras, Vuelvo a verte, y en un set aparte, Oye, Todos los secretos o Deshazte de mí, estas últimas más aflamencadas, con palmas, toques de guitarras, aunque también con metales); y la parroquia se volcó con el in crescendo con el que encararon la recta final (Deshielo, Invisible, Contradicción…).

Todavía quedaban los bises: los abrieron con Ausente, la canción que Pablo Alborán escribió para Malú, y los culminaron con un popurrí en el que reunieron algunos de sus estribillos más célebres, una especie de resumen de lo que se había escuchado en los ciento veinte minutos anteriores, aunque en sentido cronológico inverso: es decir, empezando con Contradicción e Invisible y terminando con lo más antiguo, Aprendiz y Como una flor, y aprovechando para incluir alguna que había quedado fuera del repertorio, como la muy coreada Devuélveme la vida. La larga ovación con la que el público despidió a los músicos puede ser un buen resumen de lo allí acontecido.