Llegamos a la conmemoración de un nuevo 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, en el que volveremos a llenar las calles de todo el país con nuestras voces feministas reivindicando una igualdad real y efectiva entre mujeres y hombres. Llevamos muchos años de lucha a nuestras espaldas defendiendo que las mujeres debemos disfrutar de los mismos derechos y oportunidades que los hombres, ni más ni menos. Pero lamentablemente en pleno siglo XXI todavía se mantienen desigualdades notables tanto en el ámbito laboral como social ante las que no podemos permanecer impasibles y que debemos visualizar. Las cifras son tozudas y muestran la realidad de un mercado de trabajo que aún no es inclusivo ni igualitario para las mujeres.

Nosotras soportamos una mayor tasa de paro, sufrimos más el empleo a tiempo parcial y asumimos trabajos más precarios y peor remunerados, eso sin olvidar la mayor carga de los cuidados, lo que dificulta la permanencia de las mujeres en su puesto de trabajo y su promoción laboral. Por este motivo, con el lema que hemos elegido este año desde la Unión General de Trabajadoras y Trabajadores para conmemorar este 8 de Marzo, Objetivo igualdad. No es solo cosa nuestra: corresponsabilidad, buscamos concienciar sobre la necesidad de promover un reparto justo, equilibrado y equitativo de las tareas domésticas y de las responsabilidades de los cuidados.

Para entender los desafíos en el acceso, permanencia y promoción en el empleo de las mujeres, debemos tener presente y trabajar al mismo tiempo sobre la distribución de los cuidados que tiene consecuencias sobre el tiempo, la salud, el salario, las oportunidades y derechos de las mujeres. La corresponsabilidad debe ser el mecanismo que articule el camino hacia la igualdad real y efectiva. Resulta indispensable diseñar sistemas integrales de cuidados desde una perspectiva de género, interseccional y de derechos humanos que promuevan la corresponsabilidad entre mujeres y hombres.

Sistemas que incluyan políticas articuladas sobre el tiempo, los recursos, las prestaciones y los servicios públicos universales y de calidad para satisfacer las distintas necesidades de cuidado de la población como parte de los sistemas de protección social. Una distribución equitativa de los cuidados hará que las mujeres dispongamos del mismo tiempo que los hombres para nuestra carrera profesional o, simplemente, para dedicárnoslo a nosotras mismas. Y para ello es necesario que desde los gobiernos se sigan fomentando políticas públicas que promuevan la igualdad y la corresponsabilidad. En estos últimos tiempos nos hemos dotado de herramientas importantes en esta materia, como son los Planes de Igualdad, las auditorías salariales o la valoración de los puestos de trabajo.

Y en este sentido, desde UGT trabajamos cada día en la negociación de los convenios y en los Planes de Igualdad con el espíritu del 8 de Marzo, teniendo totalmente presente que sin nosotras no se avanza. Pero necesitamos que esta misma premisa sea asumida por las empresas. Es inadmisible que a estas alturas tan solo el 47% de las empresas de más de 50 trabajadores de Navarra, que tienen la obligación de tener un Plan de Igualdad, cuenten con él. Por ello, es primordial que las empresas vean estos planes no como una amenaza o una obligación, sino como una oportunidad, ya que un modelo de competitividad basado en la calidad de los productos y los servicios no es posible sin una igualdad real entre mujeres y hombres en los centros de trabajo.

El derecho a vivir una vida en igualdad y sin violencia requiere de la implicación y compromiso del conjunto de las instituciones, organizaciones y de toda la sociedad, más en un momento en el que desgraciadamente proliferan los discursos negacionistas y antifeministas por parte de la extrema derecha. La igualdad y la unidad nos hacen más fuertes contra los discursos de odio y misóginos. Juntas debemos defender las conquistas logradas y seguir rompiendo barreras para construir un futuro más igualitario, solidario y justo.

La autora es Secretaria de Política Sindical, Social e Igualdad de UGT de Navarra