Entrenador del Athletic y, sobre todo, tipo alejado del divismo imperante en el fútbol actual: Le digo lo mismo que ya le escribí aquí a Jagoba Arrasate o lo que le podría haber apuntado, entre otros, a Imanol Alguacil: Más allá de los triunfos, que no negaré que son un sabroso caramelo para la afición, mi admiración por figuras como la suya se basa en una actitud diametralmente opuesta a la que nos encontramos entre los deportistas de élite y, más concretamente, en la disciplina balompédica.

Soy consciente de los mil sinsabores que conlleva ir por el otro carril -cómo olvidar el maltrato que le dispensó el todopoderoso Barça-, pero, a la larga, estoy convencido de que esa forma de conducirse por la vida tiene recompensa. Y lo acabamos de ver. No hay euros que paguen la felicidad que ha provocado a cientos de miles de personas. Eskerrik asko.