La nuestra es una historia bonita. Bonita porque Nyka y sus hermanos pudieron al fin salir de Ucrania en plena guerra. Salieron de Piski, su aldea, junto con otros tantos niños y niñas, todos ellos de las aldeas próximas a la central de Chernobil. Y así, de la noche a la mañana, en un abrir y cerrar de ojos el pasado 29 de abril pasamos de vivir mi hija Ibone y yo, a ser familia numerosa

Illia, Bogdana y Veronyka llevan siete meses con nosotras y durante todos estos meses no hemos recibido ni un solo céntimo de ayuda económica ni de ningún tipo. Esta bonita historia lo sigue siendo gracias a familiares y amigos cercanos que me ayudan a que este mundo, por lo menos a pequeña escala, sea un poco más humano y solidario. Familias con niños y niñas refugiados de la Comunidad Autónoma Vasca están recibiendo entre 300 y 500 euros mensuales por niño o niña acogido y por asombroso que parezca, en Navarra, no debe de haber ni un solo céntimo para ellos.

Muy ilustres consejeros y presidenta del Gobierno de Navarra / Nafarroako kontseilari eta lehendakariari:

-¿Dónde están las ayudas y el apoyo que se anunciaron públicamente?

-¿Dónde quedaron los brazos abiertos a los refugiados que hizo público el Gobierno de Navarra?

-¿Tan rápido han pasado al olvido?

-¿Dónde están las ayudas que provienen del Estado?

-¿Cómo afronto con un único sueldo el gasto y mantenimiento de tres niños si el simple coste del material escolar asciende a 600 euros? ¿me lo puede usted explicar?

-¿Cómo mantengo a mi bonita familia, si ni siquiera tengo derecho al carnet de familia numerosa por no ser su madre biológica y ser sólo su tutora legal?

Quiero transmitir a los ciudadanos de esta comunidad de Navarra que nuestros dirigentes no nos quiten nunca la sonrisa, no nos hagan sentir vergüenza por sentirnos tan desamparados y olvidados ahora que el éxodo masivo de refugiados no está en todos los medios de comunicación y que aun sin recibir un solo céntimo de ayuda económica, la experiencia y lo compartido en esta bonita familia lo colma todo.