Quiero comentar y hablar sobre todas las lenguas en general y sobre la vaska euskaldun en particular. Lo primero, quería ofrecer mi respeto a toda lengua. Nadie tiene el derecho de apropiarse de ninguna y mucho menos a la negación de la misma. Las lenguas son patrimonio cultural de la humanidad. Por lo tanto, se les hace un daño irreparable con la negación. Repito que estas actitudes las dañan totalmente. 

El problema es cuando se actúa con necedad, que es la actitud más destructora a todos los niveles de las relaciones (económico, político, derechos humanos...). En todo en general. Un amigo muy sabio me decía: “Siempre prefiero personas buenas o malas que necias”. Yo le decía: “¿por qué?”. “Porque a la necia le dices ¡cómo está lloviendo! y él te contesta que hace sol”. El problema es que no es broma, él lo ve así. “¡Qué jardín tan lleno de rosas! ¡Qué va! Sólo hay hierba”. Y así un largo etcétera. 

Termino diciendo, respeto, acogida. Nunca negación ni apropiación.