Atención: nada de lo que se dice antes de la palabra pero cuenta en realidad… El Papa da un importante paso: aprueba bendecir las parejas homosexuales... pero siempre y cuando no se confundan con el matrimonio y no se realicen estas bendiciones durante bodas civiles u otros ritos paganos similares.

Si a esto le llama “apertura de la Iglesia hacia periferias sociales, culturales y geográficas”, será que sigue habiendo fieles de primera y simples afiliados sin derecho a tribuna celestial. Si el Vaticano no abre sus puertas a todos, pocas generaciones le restan. Pero... amén.