Yo sé que mentalmente no sobreviviré a esto. Soy periodista y durante años he contado las vidas de los refugiados de Palestina, he cubierto los ataques de Israel y he intentado explicar las durísimas condiciones de vida a las que son sometidos. Pero hoy no escribo de ellos, hablo de mí. Hoy yo también me enfrento a ese sufrimiento como refugiada.
Soy superviviente de los bombardeos en Gaza, aunque no sé por cuanto tiempo. El 10 de octubre fue la última vez que miré por la ventana de mi cocina, esa que daba al mar. Mi marido me dijo: “Volveremos, Amjad”, pero no ha sido así. Mi casa ha quedado reducida a escombros, aunque yo ya sabía que no regresaría, porque los palestinos nunca podemos regresar al hogar.
Primero fue la Nakba, y hoy somos más de 1,9 millones de hombres, mujeres y niños los expulsados de nuestros hogares bajo un intenso bombardeo.
Desde hace meses llevo la misma ropa, y cuando camino por la calle, los ojos de mis vecinos solo me devuelven hambre y miedo. Los suministros de agua y alimentos se han reducido al mínimo, y bajo los ataques aéreos masivos solo puedo seguir la cuenta de asesinados. Ya son más de 23.000 personas, muchos de ellos son niños. Solo tengo una preocupación ahora mismo: mantener a mi pequeña hija con vida, mantenerme entera para protegerla. Cuando la aprieto contra mi pecho solo puedo pensar qué hemos hecho para merecer esto.
Intento seguir trabajando, pero más de un centenar de periodistas han sido asesinados en Gaza. No es casualidad, Israel está dejando sin ojos y sin voz al pueblo palestino para que el mundo no sepa lo que está pasando, pero también están atacando a UNRWA, la única esperanza que nos queda.
Si escribo esta carta es porque la situación humanitaria es totalmente catastrófica, y si tenemos una mínima opción de sobrevivir al hambre, al frío y a las enfermedades es gracias a los equipos de UNRWA y al enorme despliegue que están haciendo a pesar de sufrir en sus carnes el horror de esta masacre. Por eso, si puedes, no dudes en unirte a ellos para ayudarnos: https://actua.unrwa.es/Gaza/Joseba
Mi familia tenía sueños que ahora no son más que recuerdos. Por favor, lo único que pido es que no te olvides de que seguimos aquí.
Periodista en Gaza
