Vivimos en una sociedad que cada día se preocupa más por el cambio climático, consecuentemente con ello se impulsa el uso de la madera, como material renovable y reciclable que es, tanto como fuente de energía renovable, como en la construcción, diseño y otros usos. A su vez vivimos en una sociedad que cada vez exige una mayor protección del bosque, pero alejados de la realidad. Cortar árboles no es malo si se sabe por qué y para qué. Igualmente, cuidar los bosques y realizar la silvicultura pertinente es tan necesaria como la ya manida tendencia a plantar árboles.

Frente a este reto de compatibilizar la gestión del bosque con la conservación de sus valores naturales hay que tomar decisiones e huir de la inacción forestal o ausencia de gestión. Dentro de este escenario, bosques cultivados pueden desarrollar un importante papel en los ecosistemas forestales.

En estos bosques cultivados el chopo tiene mucho que decir. Es una especie que se adapta bien en la zona media y ribera de Navarra. En el año 2021, se cortaron del orden a 15.000 metros cúbicos de madera, lo que supuso alrededor de unos 900.000 euros, con un valor medio de 150 € por metro cúbico. Nunca una especie dio tanto con tan poco.

Las palabras de Itziar Gómez, actual consejera de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Gobierno de Navarra en las últimas jornadas celebradas en Pamplona ensalzan otras virtudes de esta especie más allá de su rendimiento económico: “El chopo cumple una función medio ambiental, por ejemplo, una hectárea regada con aguas residuales depura los vertidos de 250 habitantes y en las riberas depura el 70% de nitratos y fosfatos de cultivo agrícola”.

Por si esto fuera poco, la actual presidenta de la CHE (Confederación Hidrográfica del Ebro), María Dolores Pascual, reconoce la compatibilidad entre la defensa de nuestros ríos y la actividad económica desarrollada en sus riberas con bosques cultivados de chopo: “La protección del Dominio Público Hidráulico (DPH) es objetivo de todas las confederaciones, pero somos conscientes de que hay determinadas actividades económicas compatibles con ese objetivo. Es en el caso de la populicultura, con la que la Confederación del Ebro ha tenido una larga experiencia; a veces, incluso, en forma de conflicto, pero en la que unos y otros hemos salido reforzados. Así, las confederaciones hemos introducido en nuestros planes hidrológicos las condiciones con las que la populicultura puede desarrollarse, minimizando sus efectos sobre el DPH y teniendo en cuenta los beneficios económicos y ambientales que genera”.

Después de años de lucha contra la Confederación del Ebro y habiendo suavizado tras llegar a integrar intereses comunes en el campo del chopo, al mismo tiempo que nuestros hermanos de Castilla y León, habían hecho lo propio con la del Duero, no se entiende la decisión adoptada en esta materia a nivel estatal

El Miteco (Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico) sacó el pasado mes de agosto, en plenas vacaciones estivales, la consulta pública del Proyecto del Real Decreto por el que se modifica el Reglamento de Dominio Público aprobado por Real Decreto 849/1986, de 11 de abril, y el Reglamento de la Administración pública del agua aprobado por Real Decreto 927/1998, de 29 de julio.

En sus artículo 73, punto 4 y artículo 74 bis, se prohíbe con carácter general la utilización de los cauces de DPH para plantaciones productivas de especies leñosas y siembras de cultivos agrarios no leñosos.

Paradójicamente, el propio Miteco en su Guía de adaptación al riesgo de inundación de explotaciones agrícolas y ganaderas recomiendan la plantación de choperas y detallan todos los beneficios que aportan en zonas inundables (págs. 53 y 54).

Aunque Foresna-Zurgaia, como Asociación de Propietarios Forestales de Navarra, haya hecho sus alegaciones al proyecto de Real Decreto, y la Unión de Agricultores y Ganaderos de Navarra, UAGN, también, al representar ambas a sectores económicos ampliamente afectados por el contenido de la propuesta de Real Decreto, entendemos necesario que desde nuestra Consejería de Desarrollo Rural y Medio Ambiente y desde la Delegación de Gobierno en Navarra, se traslade al ministerio el total desacuerdo de los representantes de agricultores y propietarios forestales de Navarra por las implicaciones sobre dichos sectores económicos.

El día 3 de octubre tuvo lugar un encuentro, promovido por Foresna-Zurgaia, con todos los ayuntamientos y propietarios a los que esta medida les puede afectar en lo referido a la populicultura.

De ser aplicado lo que se plantea afectaría a toda España, pero en nuestro ámbito y centrándonos en el chopo esto supondría que el 60% de nuestras choperas se verían afectadas, pudiendo llegar a un 70% si incluyéramos el tramo medio del río Aragón o el cauce del Urederra.

De nuevo el chopo se cuestiona una vez más, cuando es una especie rentable y necesaria para la elaboración de productos de madera, es nuestro abedul del sur de Europa.

Pero además es una especie que lamina avenidas y retiene materiales durante las inundaciones, funciona como corredores ecológicos, protege frente a vientos dominantes y tienen una gran valor cultural, recreativo y paisajístico (… que se lo pregunten a Machado).

En estos momentos desde Castilla y León se está tratando de intentar reconducir estos puntos que nos afectan, y desde Foresna-Zurgaia estamos haciendo lo propio, al igual que otras comunidades autónomas como en Andalucía, especialmente por la afección en el sector de la populicultura en Granada

Para hacer una tortilla hay que romper los huevos, y esta sociedad va a necesitar tanto bosques cultivados como bosques naturales convenientemente gestionados. El chopo es una especie que debe y tiene que jugar un papel importante, en este contexto.

El autor es gerente de Foresna-Zurgaia. Ingeniero de Montes