Las elecciones generales que se celebrarán el próximo 23 de julio sin duda constituyen para Navarra y su ciudadanía una cita de vital trascendencia. Se trata de una elección entre avanzar o retroceder, entre seguir garantizando un sólido crecimiento económico o del empleo o volver al escenario de la precariedad laboral, entre seguir profundizando en una agenda de libertades y transformación social o volver a la vieja agenda conservadora la derecha.

En estos últimos cinco años, desde que Pedro Sánchez y el PSOE están al frente del Gobierno de España, muchos y profundos han sido los avances a todos los niveles de la sociedad, especialmente en beneficio de la clases medias y trabajadoras, las mujeres, los jóvenes o las personas mayores.

A pesar de las dificultades causadas por la pandemia y la guerra de Ucrania, el Gobierno de Pedro Sánchez ha cumplido con los compromisos adquiridos con la ciudadanía que tenían y siguen teniendo un objetivo claro: lograr que España, que Navarra, avance. Y todo ello desde dos prioridades: proteger y avanzar. Proteger a la clase media y trabajadora y hacer avanzar a España en una agenda de modernización de nuestra economía y del conjunto del país.

Vale la pena poner algunos ejemplos.

España lidera hoy el crecimiento económico de la Unión Europea y con la menor tasa de inflación. No es casual, sino fruto de una política económica de marcado carácter progresista y socialdemócrata que favorece que el crecimiento económico no se centre en las capas más pudientes de la sociedad sino al conjunto de la población, especialmente la mencionada clase media y trabajadora.

Fruto de ello, alcanzamos las mayores cifras de personas en activo de la historia, con más de 20,8 millones en el conjunto de España, de los cuales más de 303.000 en la Comunidad Foral de Navarra. Todo ello además con empleo de calidad: hoy casi uno de cada cuatro contratos que se firman cada día son indefinidos, frente al apenas 7% de antes de la reforma laboral del 2022. De ello se han beneficiando especialmente las personas jóvenes, con lo que supone para poder construir sus proyectos de vida desde la autonomía y la libertad.

Estas políticas de progreso también han tenido impacto en las pensiones de nuestros mayores. Hoy los pensionistas navarros y españoles duermen con la tranquilidad de saber que su pensión se verá actualizada cada año, por ley, con arreglo al incremento del precio de la vida. Por ley, ya son un derecho, impidiendo así congelaciones a las que acostumbraba la derecha. Y con la garantía de un sistema sólido y solvente.

También es hoy España un país más avanzado en derechos de la ciudadanía que en 2018, a través de la aprobación de la Ley de Memoria Democrática, de la Ley por el Derecho a la Vivienda, de la Ley Orgánica de ordenación e integración de la Formación Profesional, la Ley de Convivencia Universitaria, la Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU), la Cartera Común de Servicios en materia de salud bucodental, la Ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario, o la Ley de Familias.

Leyes que nos protegen a todos y todas, que han impedido que nadie se quede atrás y que permiten la protección, el acceso y la igualdad de oportunidades a las clases medias y bajas. Políticas que convierten en derechos para todos lo que antes eran privilegios para unos pocos: los que más tienen.

El 23-J nos jugamos una agenda reformista para la transformación, el progreso, la libertad y el bienestar que debemos consolidar y profundizar en los próximos años. Con tu apoyo y compromiso. Tu decisión y convicción importa porque en esa agenda de progreso está en riesgo ese escenario de lo mejor de nuestro país, de la mejor España.

Algunos dicen que la derecha no tiene proyecto para este país. Claro que lo tiene. Y muy claro. Lo ha dicho con claridad, que o es otro que derogar el sanchismo. Misión compartida en España y en Navarra por todas sus franquicias electorales, sin diferencias entre ellas.

¿Y qué pretenden derogar?

Quieren derogar los avances que en materia de crecimiento económico, y gracias a una política orientada especialmente hacia las clases medias y trabajadoras, nos ha puesto a España y a Navarra a la cabeza de la Unión Europea en bienestar y desarrollo de nuestra economía, preparada además para los retos de la sostenibilidad y la digitalización.

Quieren derogar que hoy el empleo, especialmente para nuestros jóvenes, sea considerado en términos de suficiencia, estabilidad y fijeza, para volver a la precariedad e incertidumbre de cara a al futuro. Y que haya un sistema educativo pivotado en torno a la formación profesional y la universitaria que les garantiza su empleabilidad.

Quieren derogar la seguridad que hoy tienen nuestros mayores de tener unas pensiones dignas, que cada año se actualicen conforme al incremento del precio de la vida, y que igualmente tengan una sanidad y servicios sociales que les den cobertura suficiente y de calidad en situación de dependencia o enfermedad.

Quieren derogar la seguridad de las mujeres con un gobierno, como el de Pedro Sánchez, que lucha sin descanso por la igualdad entre mujeres y hombres y contra la violencia de género, con compromiso institucional y de recursos, frente a aquellos discursos, prácticas y políticas negacionistas que nos quieren hacer retroceder cuatro décadas en materia de igualdad.

Quieren derogar la apuesta por una España en convivencia, plural y moderna, orgullosa de su diversidad a todos los niveles, una España ejemplo de cooperación y colaboración entre todas las partes que la componen.

El 23 de julio, en definitiva, tenemos una oportunidad de ejercer nuestra ciudadanía con un patriotismo en positivo. Una opción de suma, de progreso, de avance y de convivencia y de derechos. Lo que representa la mejor España y la mejor Navarra que, estoy seguro, es inmensamente mayoritaria.

Los autores son candidatos del PSN-PSOE al Congreso y Senado, respectivamente