Varios de los 575 aficionados de Osasuna agraciados en el sorteo de entradas para el partido de vuelta de la semifinal de Copa contra el Athletic, que se va a disputar en San Mamés el martes 4 de abril a las 21.00 horas y al que los rojillos van a acudir con un gol de renta tras el 1-0 de la ida disputada el pasado 1 de marzo en Pamplona, se acercaron ayer hasta las oficinas del club, sitas en El Sadar, para retirar sus localidades. Fueron unos cuantos los que se dieron prisa para recoger sus entradas, auténticos tesoros a los que aspiraban otros casi 6.000 socios, socias y titulares del carnet Soy Rojillo que se apuntaron a la rifa, en el día de apertura del plazo para hacerlo.

Quienes se acercaron ayer al estadio a por su entrada mostraron su confianza en que Osasuna pueda alcanzar la final de Copa, o más bien su ilusión, porque detrás de cada uno y cada una de los 575 rojillos y rojillas que tendrán el privilegio de animar al conjunto navarro en San Mamés se esconde el sueño de regresar a una final, al igual que le ocurre al resto de la hinchada que seguirá el desarrollo del histórico partido a distancia.

Carlos Valencia fue uno de los primeros en acudir ayer a por su billete y el de su hijo Enaitz, de 11 años, al que le costó creerse que la fortuna les había sonreído en el sorteo. “Se lo dije cuando fui a buscarle a la ikastola y le tuve que enseñar el mensaje que nos había mandado el club para comunicarnos que teníamos entrada para San Mamés”, explicó Carlos, que ya estuvo con su heredero en Bilbao en el partido de Liga que esta misma temporada disputó Osasuna en un estadio que le impresionó: “Me encantó, el ambiente estuvo súper bien y no tuvimos ningún problema con la afición del Athletic”. Para rematar, señaló que “ojalá pasemos a la final, pero vivir la experiencia ya merece la pena”, sobre todo para su hijo Enaitz, que juega de portero en Mendillorri y es, según su padre, un “herrerista” acérrimo: “Tenemos fotos y camisetas firmadas por Sergio de alguna vez que hemos ido a Tajonar”. 

Carlos Valencia, con su entrada y la de su hijo Enaitz. JAVIER LEONÉ

No será la única pareja padre-hijo que acudirá a San Mamés el martes 4 de abril, pues el tándem Guillermo Martínez García, de 71 años, y Guillermo Martínez de la Torre, de 42 años, también se apresuraron ayer para recoger sus entradas. “No hicimos la inscripción a la vez y teníamos miedo de que a uno le tocara y al otro no, pero tuvimos la suerte de que, a pesar de que había una diferencia de casi 500 números, nos tocó a los dos”, explicó el hijo, mientras que el padre añadió como reflexión que “el Athletic nos va a agobiar porque es el rey de la Copa, pero la manera que tiene Osasuna de crecer es ganar en estas ocasiones especiales”. Confesó el hijo que “la idea es ir a San Mamés, ver ganar o empatar a Osasuna y volver con la final”, confiando sobre todo en Sergio Herrera, uno de los ídolos del padre: “Me lo paso pipa con él porque es buen portero y muy divertido de ver”.

A Irantzu Porto, de 22 años, también le sonrió la suerte en el sorteo. “Nunca me toca nada y, cuando me llegó el mensaje de Osasuna, no me lo creía”, reveló. Acudirá a Bilbao con tres amigos, Mikel, Naroa y Unai. Los cuatro son estudiantes de Magisterio y Enfermería y pondrán rumbo a San Mamés el martes 4 de abril por la tarde tras salir de clase. Lo harán en los autobuses que va a fletar Gorriak on Tour desde Pamplona y Alsasua y su ilusión, como admitió la propia Irantzu, es la de “que Osasuna pase a la final y después volver a celebrarlo por lo viejo”, aunque Naroa y Unai lo van a tener más complicado porque tienen un examen al día siguiente.

El plazo para retirar las entradas, a un precio único de 50 euros, estará abierto hoy martes y mañana miércoles de 9.30 a 13.30 y de 16.30 a 19.30 horas. Transcurrido ese plazo, si no se retirasen todas las localidades, el club las asignará a los siguientes números tras el último agraciado en el sorteo entre el jueves y el viernes.