Los cuatro encausados por la agresión sexual en la Carpa Universitaria, ahora exculpados al no coincidir el ADN encontrado en los hechos o en las muestras tomadas a la víctima con el perfil genético de estos acusados, negaron siempre cualquier relación con los hechos. Si bien dicha negación podía entenderse en principio como una versión fruto de la estrategia procesal, lo cierto es que ahora las pruebas de ADN confirman sus declaraciones, que ahora, ante las novedosas pruebas analizadas y resueltas, adquieren gran relevancia. Todos ellos accedieron libremente a que se les extrajera ADN para someterse a las pruebas genéticas.
Ante la titular del Juzgado de Violencia Sobre la Mujer número 1 de Pamplona, los encausados no solo negaron los hechos, sino que además algunos de ellos afirmaron que en el banco donde apareció la joven víctima, habían visto a una pareja manteniendo una supuesta relación sexual en la que reconocieron que la chica estaba muy afectada por el alcohol. Incluso uno de los procesados afirmó que grabó esa relación "para defenderse" y que les dijo que se fueran de allí.
A la hora de enviarles a prisión en su día, la jueza tomó en consideración que se encontraban en situación irregular, sin domicilio, que quedaban pendientes las pruebas de ADN ahora conocidas y que no cabía otra medida para asegurar su presencia en el proceso y minimizar el riesgo de fuga y de ocultación de pruebas. Una vez conocido el rastro genético, se les ha puesto en libertad. En su momento, la jueza también relató en su auto que la víctima presentaba diversas lesiones, constatadas una vez fue examinada por el médico forense y que había sido víctima de una relación sexual "no consentida". Igualmente, le faltaba la ropa interior, el bolso, la cartera y el móvil.
Añadió la magistrada, que estos cuatro investigados dejaron a la mujer en condiciones físicas que pudieron “haber aumentado el riesgo” contra la salud de no haber sido asistida por los jóvenes en un primer momento. Por último, incurrieron "en contradicciones" en sus declaraciones, según rezaba el auto. Dichas contradicciones a las que aludía la resolución hacían referencia a horarios en los que cenaron, bebieron, datos periféricos y de contexto y al hecho de que alguno de ellos afirmó que no había visto en el banco donde se encontró la chica y otros dos de los investigados sí referían haber visto a una pareja y la describieron.
Los cuatro varones, de origen argelino y con edades que oscilan entre los 21 y los 33 años, se encontraban en prisión provisional desde el pasado 29 de octubre. Fueron detenidos cuatro días después de los hechos después de que agentes de la Policía Municipal localizasen vestigios incriminatorios en el entorno de dos tiendas de campaña en las que se alojaban. Este asentamiento se encuentra junto a un vial que baja desde la antigua gasolinera de Beloso hasta la granja de Goñi.