En sus manos se encomienda toda Navarra y todo el osasunismo. Delante, el vigente campeón de la Champions, equipo más laureado en el torneo con 14 ‘orejonas’ –que se dice pronto– y que va camino de la decimoquinta. Pero Sergio Herrera (05/06/1993) muestra una serenidad fuera del campo, que choca con la ‘locura’ que enamora a toda la hinchada rojilla, que estará animando en Sevilla y empujando como jugador 12. El de Miranda de Ebro afronta su primera final con Osasuna, la primera en su vida y, hasta ahora, el partido más importante e ilusionante que ha disputado.

¿Cómo se encuentra a escasas horas de jugar su primera final?

–Con tranquilidad. Parece que está cerca, pero todavía queda y no hace falta todavía machacarse. Hay que estar tranquilo.

 ¿Qué significa este partido para vosotros?

–Creo que para la mayoría es nuestro partido más importante. Pero no sólo para nosotros, sino que también es uno de los más importantes de la historia del club. Es de los cinco más importantes: se me viene a la cabeza la final de la otra vez, Sabadell y otros partidos. Poder jugarlo es mucha responsabilidad, pero también un orgullo poder defender esta camiseta en un partido así.

No ha sido fácil abstraerse durante este mes imagino, ¿qué ha hecho Sergio para distraerse?

–Sí que es verdad que ese partido fue uno de muchísimo sufrimiento y mucha tensión y al final tuvimos la gran suerte de que acabó con un final feliz. Este mes al final ha sido muy exigente, con muchos partidos por delante y en ese sentido el equipo ha sido un equipo muy competitivo que ha estado al 100% con cada exigencia que ha requerido cada momento. Y ahí se ven los diferentes resultados que hemos tenido, que hemos ido avanzando en la Liga hasta que hemos llegado al día de hoy, que toda la gente lo tenía redondeado en el calendario.

Hace un mes, estaban afrontando el partido de vuelta de semifinales, con el gol de Pablo y las paradas de Sergio que sostuvieron al equipo. ¿Cómo lo recuerda?

–La verdad que yo estaba en la portería y veía muy difícil meter un gol. Cuando empieza la prórroga se igualan las fuerzas porque el Athletic había hecho 90 minutos con una calidad brutal, con una presión, con ocasiones... Habían sido muy superiores a nosotros, que también habíamos tenido nuestras prórrogas, habíamos aprendido a jugar esos partidos y no nos pudo la presión y pudimos igualar en la prórroga. Y cuando Pablo mete ese gol, que nadie se lo espera porque estamos pensando en los penaltis, y en mí, que era una responsabilidad.Menos mal que metió (se ríe). Me alegro muchísimo por Pablo, porque es un chaval excepcional y está haciendo un año de trabajo increíble. Nadie se lo esperaba, pero el trabajar tiene su recompensa y él la encontró enSan Mamés.

Y eso que el partido no empezó fácil, con el autobús parado por el incendio del contenedor... ¿Cómo hace uno para mantener la calma en esos momentos?

–Al final en ese tipo de cosas se nota mucho el equipo. Nosotros somos un equipo que de normal estamos con música conjunta, hablando, de risas... y ese tipo de cosas que a veces se dan y no están previstas en el guión las haces más amenas. Al final estuvimos casi media hora así y estuvimos buscando la gracia de uno, la gracia de otro...Lo llevamos con naturalidad porque no era algo que dependiera de nosotros solucionarlo. No puede pasar este tipo de cosas en un partido de tanta exigencia y partes con un poco en desventaja, porque yo llevaba diez minutos en San Mamés y ya salí a calentar. Fue difícil, pero acabó bien.

 ¿Cuántas veces ha visto repetido el resumen del partido?

–Sinceramente te digo, ahora que lo pienso en frío, me parece que hice un partido, y la jodí en la celebración. Dije lo de ‘dónde está la gabarra’ en un tono de broma, buscando no hacer daño, sino la gracia tonta que no iba a ningún lado y para mí, todo el partidazo que hice en San Mamés se jode en esa celebración, que para mí es la mayor cagada de mi carrera deportiva, porque ese tipo de cosas no hay que hacerlas ni decirlas. Hay que ser mucho más profesional de lo que fui yo en esos cinco minutos en la Plaza del Castillo. Me arrepiento y pido disculpas. Pero el partido salí muy satisfecho, no por las paradas, sino porque transmití seguridad en todo momento y eso en ese tipo de partidos es muy importante.

Afronta el partido más importante de la temporada, habiendo asumido el rol de ser el portero de la copa...

–Mucha gente relaciona el rol de la copa con el del segundo portero y creo que Aitor y yo no lo vemos así. Mira lo caprichoso que es el fútbol que, si yo fuera el segundo portero de Osasuna no jugaría la final. Y eso pasa en otros clubes. ¿Crees que Lunin va a jugar la final? Va a jugar Courtois. No me considero segundo portero de Osasuna, porque sino la final no la jugaría. Sí que es verdad que cuando volvemos del Mundial yo me lesiono, Aitor está muy bien y Jagoba decide darle continuidad y que yo juegue la copa. Hay que tomarse en serio cada partido, aunque no es lo mismo jugar en Arnedo o Tarragona que jugar la final de copa. Cada cosa tiene importancia, pero también valoro que la copa ha cogido exigencia y se me ha seguido dando protagonismo. No veo que sea un rol secundario, sino que Osasuna tiene dos buenos porteros, que es algo complicado de conseguir en Primera División. Tenemos una buena relación, una competencia sana y que dure.

A nivel personal, ¿qué ha supuesto ir pasando rondas en copa?

–También es verdad que ha habido momentos en los que te ves fuera. Cuando te empata el Sevilla en el minuto 94 muy poca gente apostaba por nosotros después de una segunda parte en la que ellos fueron superiores. Pero el equipo se repone, sigue siendo competitivo y se planta en la final. Ha sido un camino que ha sido un aprendizaje total, y son muchos años que hemos pasado mucha gente juntos, trayendo gente para encajar en el puzzle. Y esos jóvenes que éramos hace cuatro años hemos cogido galones y hemos ido cogiendo esa responsabilidad.

Está en su sexto año y es de los pocos jugadores que quedan del primer año de Arrasate. ¿Cómo se ve desde dentro todo el proceso del proyecto?

–Creo que se llevan haciendo las cosas bien en Osasuna incluso antes de que llegara Jagoba. Con él se produce un boom porque está consiguiendo cosas increíbles, como subir al equipo, conseguir récord de victorias en casa, dejarlo en Primera durante cuatro años, que parece que ya no se le da importancia, pero es más importante que una final de Copa, para mí. La final de copa es un gran premio a todo esto. Un premio que merece el osasunismo y la afición, pero para mí es más importante que Osasuna se mantenga en Primera, que la gente piense que podemos llegar a Europa y no que no podemos bajar. Eso para mí es uno de los mayores éxitos que estamos consiguiendo en Osasuna. La copa es un premio enorme, pero para mí esa es la mayor recompensa.

¿Qué significa Osasuna para usted?

–Aquí estoy muy contento. Lo que me ha dado Osasuna y lo que he aprendido estando aquí todo este tiempo es todo lo que soy a día de hoy. Osasuna va a marcar huella en mi vida. No sé si me retiraré aquí, pero tengo tres años de contrato que pienso cumplir a no ser que cambien mucho las circunstancias. Lo firmé con la conciencia puesta en acabarlo, y espero que así sea.

¿Dónde está el techo del equipo?

–Buf, al final viene mucha gente joven, los chavales que suben parece que llevan mucho tiempo con nosotros. Osasuna, a nivel de techo, hay clubes en España que están a nivel económico y social un poco por encima, no se puede competir a nivel de club, hay que ser coherentes. Lo que estamos haciendo tiene mucho mérito y hay que reconocérselo a Braulio y Cata, porque hacen fichajes que la gente alucina y nosotros también. Con Jagoba hacen un buen equipo y creo que eso es un éxito para que el equipo consiga los objetivos.

¿Qué supondría ganar la Copa?

–Sería historia, ¿no? Sería pasar a la historia de Osasuna. Para mí lo más importante es que para muchísima gente de Pamplona, y gente que viene de fuera, va a ser el mejor día de su vida y eso va a ser lo más importante. No está pagado poder brindarles eso, el poder hacer que disfruten del mejor día de su vida.

¿Cuántas veces ha soñado con el partido?

–La final es tan impredecible... pero sí, comentas con tus compañeros. Ganar sería la hostia, pero es muy difícil. Vamos paso a paso, minuto a minuto, y a competir al máximo. 

Los últimos penaltis ante el Madrid se le han dado bien...

–También aumenta la probabilidad de que me metan, ¿no? Pero bueno, vamos a intentar hacerlo lo mejor posible.

Hablando de penaltis, ¿cómo surge la botella ante el Betis?

–Es algo de Richard. Antes de cada partido veo con él las diferentes finalizaciones de los delanteros, los diferentes tiros y los penaltis, y al final, él me hace un resumen en la botella. Me imagino que para el partido ante el Sevilla no, porque nos adelantamos en la prórroga, pero en San Mamés seguro que la llevaba.

Precisamente, el único que sigue en la plantilla de aquella final de 2005 es Sanzol. ¿Qué te ha contado sobre lo que vas a vivir?

–Más que deportiva, hablamos de experiencia vital. Es un día que hay que disfrutarlo, estuvieron a punto de tocar la gloria porque perdieron en la prórroga y se fueron con ese mal sabor de boca. Nosotros lo importante es que lo disfrutemos, que es para toda la vida.

Otro de los que estuvo fue Juantxo Elía, presente en el acto ante la Real Sociedad. ¿Pudo hablar con él?

–No, no tuve opción de hablar con él, porque, encima, el primer gol ‘me la como’ y después del partido me quería ir a casa porque estaba enfadado con el mundo, porque, independientemente que luego hiciera tres o cuatro buenas paradas, el primer gol ‘me lo como’ y los porteros somos muy críticos con nosotros mismos.

No ha sido un camino de rosas hasta llegar aquí. Tuvo que superar la lesión de Soria

–Queda en la retina desde el buen recuerdo, porque al final a mí me enseñó mucho esa lesión. No estaba preparado para competir, así me lo dijo mi cuerpo. No estaba haciendo todo lo que tenía que hacer para prevenir esa lesión. Me vino bien para ser más profesional, para cuidar más los detalles, porque esa lesión me ha hecho ser mejor portero.

¿En qué ha cambiado el Sergio de después con respecto al de antes de la lesión?

–Soy mucho más profesional, cuido más los detalles como la nutrición, prevención de lesiones... meto más horas de trabajo de prevención, menos de FIFA o Fortnite... 

No podrán estar por lesión tanto Nacho como Darko...

–Son dos personas que a nivel grupal y humano son muy respetadas, dos currantes... son los que más en serio se toman todo, la alimentación, el gimnasio... es una pena no poder contar con ellos, porque son dos personas muy importantes en el trayecto de la copa, que han participado, que han ayudado.Son tan buenos compañeros que nos van a ayudar desde fuera. 

Otro aliciente más para ir a por la copa...

–Por supuesto. Vienen también los chicos del filial... Ese tipo de cosas es por ellos, por los que nos ayudan en el día a día y que no se ve también, que nos cuidan muchísimo.

24.000 rojillos en La Cartuja, ¿qué le dice eso?

–Más que aquí, ¿eh? (Señala a las gradas de El Sadar). Va a sonar eso, y mira que están lejos. Seguramente se hacen notar.

¿Qué mensaje le da a la afición?

–Que lo disfruten muchísimo, que nos van a ayudar muchísimo, que vamos a dar todo para poder hacer que sea el día más feliz de nuestras vidas.