Osasuna recibió en la tarde del pasado jueves 6 de julio, es decir, unas horas después de que su presidente, Luis Sabalza, lanzara el Chupinazo con el que se abrieron de forma oficial los Sanfermines de 2023, las explicaciones por las que el Comité de Apelación de la UEFA ha hecho caso omiso de las alegaciones del club navarro al informe de los dos inspectores del ente que rige el fútbol europeo que recomendaban su inelegibilidad para participar en la próxima edición de la Liga Conferencia, tercera competición continental por orden de importancia. Es decir, que el plazo de 10 días naturales para que los rojillos acudan al TAS (Tribunal de Arbitraje Deportivo) para reclamar su derecho a participar en el torneo comenzó ayer mismo, sin olvidar que la vía de la justicia ordinaria también la mantienen abierta en busca de la cautelar en la Audiencia Provincial de Navarra, después de que el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Pamplona se la denegara en primera instancia.

Sin embargo, aunque Osasuna dispone de una decena de días para acudir al TAS, lo cierto es que la intención de la entidad es presentar su recurso lo antes posible, a poder ser, a principios de la próxima semana. De hecho, ya ha enviado algunos documentos obligatorios para anunciar su intención de apurar la vía deportiva para reivindicar su participación en la Conference League, un derecho que se ha ganado en el campo y que considera injusto perder ahora en los despachos.

Aunque no han trascendido las explicaciones del Comité de Apelación de la UEFA –por tratarse de documentos privados que no pueden ser revelados por el club–, lo cierto es que, según ha podido saber este periódico, la tesis sigue siendo la misma: la implicación de Osasuna en un caso de amaños en la temporada 2013-2014 ya juzgado y con sentencia firme. Ocurre que el club sigue defendiendo, como dejó patente el Tribunal Supremo, que ejerció de acusación particular en el caso, que fue considerado como víctima y que los condenados fueron exdirectivos de la entidad. Esa va a ser fundamentalmente la base de la defensa de Osasuna en el TAS, ante el que tendrá que realizar un ejercicio didáctico para convecer de estos argumentos a los tres jueces: uno impuesto por el propio TAS, otro elegido por la UEFA y otro elegido por los rojillos, otro de los asuntos que debe analizar.