En unos días, en la fiesta que se ha montado en Arabia Saudí la Federación de Fútbol de Rubiales, Osasuna recoge una parte de los frutos del excelente año 2023, de lo correspondiente a la temporada pasada para ser más exactos. El año resultó uno de los mejores de la centenaria historia del club y ofreció una serie de vivencias fantásticas en el primer semestre, porque en el segundo no se ha podido mantener esa rotunda velocidad de crucero, algo por otra parte comprensible.

Osasuna debutará el día 11 de enero en la Supercopa de España porque jugó la final de Copa frente al Real Madrid y soñó en aquel sábado del mes de mayo con la consecución del primer título de su historia. También en la Supercopa se está solo a un partido –la semifinal con el Barcelona– de optar a la búsqueda de la hazaña e inaugurar la sala de trofeos.

La final de La Cartuja fue la gran fiesta del osasunismo que trascendió a la derrota frente al Real Madrid por el impacto que generó en la relación entre equipo y afición, un subidón de compromiso, vinculación, complicidad, adhesión y un cúmulo de emociones que ha abonado el terreno para el futuro. El partido de mayo en Sevilla fue el hito, pero el camino de la Copa en los primeros meses del año también fue delicioso –se dejaron en la cuneta a Sevilla y Betis–, con la eliminación del Athletic en San Mamés en la vuelta de la semifinal quizás como encuentro más emocionante –el gol de Pablo Ibáñez, el del empate que daba la clasificación (1-1)– queda sin lugar a dudas como uno de los más importantes de 2023.

Osasuna se metió en la historia con la disputa de su segunda final de Copa, pero fue capaz de mantener el ritmo en la Liga para colarse en la séptima plaza y engancharse a la competición continental por el último resquicio, la séptima plaza, a la Liga Conferencia. Por eso, el final de la temporada 2022-23 fue espectacular y la primera parte del año pasado un viaje maravilloso, un regalo para los aficionados que sintieron durante muchos partidos la determinación de un equipo que iba a lograr sus propósitos.

Con semejante final de curso, el equipo de Arrasate se puso deberes difíciles y tempranos para la vuelta de las vacaciones de verano y creó una expectativa enorme que, transformada en decepción por la eliminación de la Liga Conferencia en la ronda previa de la fase de grupos, se ha convertido en uno de los malos tragos del curso y, por supuesto, de la segunda parte de 2023. La eliminación frente al Brujas en la ronda previa a la disputa de la fase de grupos de la Liga Conferencia arrebató al conjunto navarro la satisfacción y el estímulo de mostrarse en Europa de verdad, porque eso solo pasa cuando hay partidos de ida y vuelta, rivales de enclaves variopintos y el inigualable fútbol entre semana. El sueño duró poco.

Se impone la realidad. Osasuna ha dejado el año buscando mejores sensaciones para la Liga, en donde no ha acabado de encontrar la marcha adecuada, en donde debe mejorar su rendimiento, tal y como reflexionó el entrenador tras alguno de esos encuentros oscuros, el último de 2023, en Palma ante el Mallorca, sin ir más lejos. Lo de sumar tan sólo dos triunfos como local es otro de los asuntos, un problema gordo, que atenaza el momento actual del equipo.

Quizás el final de 2023, el regreso a la realidad de un Osasuna menos arrebatador y efectivo, ha reubicado a los rojillos en su mundo de posibilidades y lo ha sacado de su película de Disney, que en alguna ocasión ha utilizado Braulio como recurso para definir el trance feliz por el que atravesó el equipo.

El listón se puso muy alto durante unos meses, pero se ha redimensionó en los últimos meses del año para colocar al equipo ante la realidad de la permanencia como único objetivo en la Liga y la andanza de la Supercopa como aventura no se sabe muy bien hacia dónde. Osasuna, sin embargo, no va a poder sustraerse al interés que va a generar la Copa. El subcampeón tiene exigencia y la emoción que prendió en el aficionado aún está caliente como para no darle importancia a la competición. Osasuna empieza 2024 en horas bajas, nada que no tenga arreglo.